Obviamente, cuando un equipo es colista de la competición de Liga, sin ganar un partido en cinco jornadas, es que hace no una, sino varias cosas mal, o lo que es lo mismo, las que hace bien no son suficientes para conseguir un equilibrio paliando los defectos. Pero si algo ha mostrado el conjunto de Unai Emery hasta ahora es una extrema fragilidad defensiva en el sentido colectivo del concepto, es decir, que no tiene que ver exclusivamente con el cuarteto de retaguardia. Los once goles encajados suponen una media de algo más de dos por encuentro, lo que le obligaría a anotar los mismos para empatar o más para ganar, y lo cierto es que sólo ha hecho seis, algo más de la mitad de los que encaja. ¿Y por qué encaja tantos goles? La cuestión de la necesidad del doble pivote defensivo por el que Emery no apuesta viene dada por la falta de contención del equipo, que se refleja exactamente en las ocasiones que concede al rival. Se pudo ver en Valencia. En los primeros 12 minutos permitió seis remates al equipo de Miroslav Djukic, que en el global de los 90 minutos consiguió rematar hasta en 26 ocasiones. Con esa cifra, y pese a que la precisión de los valencianos no fue muy alta (sólo seis fueron a portería), lo cierto es que es poco más o menos que una sentencia de derrota, porque acabas encajando varios goles. En las cinco jornadas transcurridas, el conjunto nervionense ha permitido a sus rivales una media de 16,8 remates (84 en el total), sólo superado por Levante (17,4) y Getafe (18,2).
El equipo de Joaquín Caparrós, no obstante, ha ido mejorando a medida que avanzan las jornadas en esa faceta, y en las dos últimas, en las que ha empatado en casa ante Real Sociedad (0-0) y Almería a domicilio (2-2) ha reducido los tiros recibidos a 13. Además, hay otro dato que permite explicar por qué ha sumado 6 puntos, cuatro más que el Sevilla: de los diez goles que ha encajado (sólo uno más que los del Pizuán) 7 los recibió en el Camp Nou y en su estadio no ha recibido ni uno. Los de Emery reciben 5 disparos más de media que el Rayo (11,8), pese a que los vallecanos, rivales de mañana en el Pizjuán, han encajado cinco goles más. Otro dato: aunque el Sevilla es el octavo equipo en remates a favor (12,4), es el 16º en remates que van a puerta. También le falta precisión y claridad ofensiva.
