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El Sevilla da salida a Chevantón, uno de sus mayores errores

El Sevilla ha confirmado de forma oficial la marcha de Chevantón al Atalanta. El uruguayo se marcha cedido los próximos seis meses. Los italianos se reservan una opción de compra.

el 26 nov 2009 / 14:45 h.

Ernesto Javier Chevantón ya estaba desde hace varios días en Bérgamo superando las últimas pruebas médicas que hicieran posible su cesión al Atalanta, pero no fue hasta ayer cuando se hizo oficial la operación. El delantero uruguayo se marcha cedido al conjunto italiano, que pelea por evitar el descenso a la Serie B, hasta el próximo 30 de junio. Además, en el contrato se ha establecido una opción de compra por parte del equipo transalpino por unos seis millones de euros.

De forma inmediata, la marcha de Chevantón soluciona varios problemas en el Sevilla, de toda índole. De índole deportiva porque Manolo Jiménez no contaba con él y lo prefería fuera del equipo. De índole humana porque las relaciones entre el técnico nervionense y el jugador uruguayo se habían deteriorado bastante en los últimos meses, hasta el punto incluso de mantener algunos roces. Y también soluciona un importante problema económico para el club, el de mantener a un futbolista que no aportaba nada, que no jugaba y que tan sólo se entrenaba. Porque la ficha del charrúa, además, no era precisamente de las bajas en el plantel. Superior al millón de euros, era un lastre para el equipo.

Por si fuera poco, su marcha, de momento por seis meses, también supone ir cerrando capítulos menos afortunados de la dirección deportiva. En ese sentido la campaña 2009/10 está siendo prolífica. Se marchó Mosquera en verano en una gran operación –por cuatro millones de euros–, también Maresca –que si bien dio buenas campañas había caído en un claro descenso de rendimiento– por cerca de dos millones, incluso De Sanctis –su caso es diferente, apenas tuvo oportunidades–, y ahora Chevantón.

El uruguayo costó en su día ocho millones de euros, y llegó como presunto sustituto de Saviola, que regresó cedido al Barcelona. Juande Ramos prefería a Kerzhakov, que acabó fichando en enero, pero el primero en llegar, procedente del Mónaco, fue Ernesto Javier Chevantón.

Su trayectoria en el Sevilla tiene dos claros denominadores comunes: las lesiones y la decepción. Nunca ha ofrecido el nivel esperado y nunca ha tenido continuidad. Llegó en el verano de 2006 y desde entonces, en tres temporadas, apenas ha disputado 49 encuentros y ha marcado 15 goles con la camiseta sevillista. Nunca ha logrado ser titular y siempre ha sido más un recurso que una alternativa. Su última comparecencia fue en octubre, en el empate ante el Espanyol.

DESPEDIDA. El jugador se despidió ayer en los medios oficiales y aseguró estar “un poco triste” por su marcha. “Me hubiese gustado poder quedarme y tener un poco más de confianza. Sé que va a ser un año importante para mí, porque Uruguay se clasificó para el Mundial y ya hablé con el seleccionador y me dijo que si tenía continuidad iba a poder jugar en la selección”, explicó.

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