Joaquín Caparrós, dando instrucciones.
El Sevilla no tiene ni mucho menos fácil clasificarse para competición europea, aunque tampoco es imposible. A falta de 8 jornadas (24 puntos en juego), el equipo de Unai Emery está a 3 puntos del octavo puesto (Getafe, con 44, los mismos que el Rayo) -puesto sin pase asegurado a día de hoy- y a 6 del séptimo (Betis, rival este próximo viernes). Entre que el Sevilla acusa una irregularidad que lo maniata por culpa de su pésimo rendimiento como visitante y que el calendario anuncia rivales de la zona alta de la clasificación, meterse en Europa no parece fácil, pero... no sería la primera vez que el Sevilla logra su propósito en estas circunstancias.
Su referencia es la temporada 2003/04. Por aquel entonces, con 30 jornadas disputadas, el Sevilla tenía 38 puntos, 3 menos que en la actualidad, y estaba a 6 del sexto puesto y del séptimo, al igual que ahora. Con Joaquín Caparrós al frente, el equipo sumó 17 puntos de 24 posibles en las últimas 8 jornadas que le sirvieron para meterse en Europa como sexto clasificado (55 puntos), tras ganar a Espanyol (1-0), Racing (5-2), Athletic (2-0) y Albacete (1-4), empatar con Celta (0-0) y Zaragoza (4-4) y perder con el Valencia (0-2). El gol de Julio Baptista en la última jornada, frente a Osasuna, obró lo que parecía un milagro.
Emery, a puerta cerrada y pendiente de la zaga. El técnico nervionense dirigió este martes una sesión de recuperación tras el partido contra el Athletic. Fue a puerta abierta en la ciudad deportiva, aunque este miércoles y el jueves el plantel trabajará a puerta cerrada para preparar el derbi. Fazio, que se retiró con molestias ante los bilbaínos, y Fernando Navarro, pendiente del Comité de Competición, tienen en vilo al técnico en estos momentos.
