Un partido como el que esta noche se va a celebrar en el Sánchez Pizjuán justifica toda una larga y, a veces, hasta pesada Liga. Todo lo que comenzó allá por el pasado verano aflora en esta primavera en una noche de emociones, tensiones, alegrías y sofocos. No es el último capítulo del campeonato, pero como si lo fuera. Difícilmente lo logrado esta jornada se perderá en la siguiente, teoría válida tanto para la lucha por el título de Liga como para la Liga de Campeones, al fin y al cabo los dos grandes objetivos que están en juego hoy en el estadio nervionense.
Es sin duda el de esta noche en la capital hispalense el partido de la jornada y hasta de la temporada. Lo es porque el Sevilla es el último obstáculo real que le queda al Barcelona hasta el final de la Liga y el único que puede hacer peligrar su título y falicitárselo al Real Madrid. Y lo es porque el Barcelona es el último obstáculo de entidad que le queda al Sevilla en su pelea por la cuarta plaza y por la clasificación para la Liga de Campeones por tanto. En ambos casos, mucho tendrá que ver lo que ocurra paralelamente en el Santiago Bernabéu, en el Real Madrid-Athletic, y en Riazor, en el Deportivo-Mallorca, pero a priori a sevillistas y blaugrana sólo les vale la victoria para depender de sí mismos en la última jornada del campeonato.A tenor de los resultados, este vital encuentro llega en buen momento para el conjunto blanquirrojo, al menos en mejor momento que hace algunas semanas. Los de Antonio Álvarez han recuperado la confianza con sus dos últimas victorias, contundentes además: 3-1 al Atlético de Madrid y 1-5 al Racing de Santander. Quizás no sea para tanto como consideró Del Nido –“el Sevilla poderoso ha vuelto”–, pero es cierto que los sevillistas han mejorado y han subido un peldaño de nivel. Si bien defensivamente siguen existiendo lagunas, en ataque la solvencia es mucho mayor y la mejoría con respecto a la etapa de Manolo Jiménez es evidente –un gol más de media actualmente–.
Álvarez no es de hacer locuras ni de recurrir al efecto sorpresa tan sólo por sorprender, valga la redundancia. Por eso es probable que los cambios en la alineación sean los menos y que ofrezca continuidad al equipo que ha logrado las dos últimas victorias. Para esta noche, apenas se vislumbra la entrada de Luis Fabiano en el once en lugar de Álvaro Negredo, con respecto al encuentro de Santander. De hecho en la lista la única novedad ha sido el regreso del internacional brasileño en lugar de Rodri.
REVANCHISMO O MORAL. “El Sevilla es un equipo que últimamente nos vuelve a poner los pies en el suelo. Pasó en Mónaco y ha pasado en esta eliminatoria”. Estas declaraciones realizadas por Joan Laporta, presidente del Barcelona, tras el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ilustran a la perfección el espíritu que se respirará esta noche en Sevilla. El conjunto de Guardiola llega con el cuchillo entre los dientes y consciente de que Sevilla no será una plaza fácil, pero con la confianza de sellar su título de Liga donde se le fue la Copa. Por su parte, los blanquirrojos parten con la referencia de aquella eliminatoria. El Sevilla ha sido el único equipo, junto con el Inter de Milán, que ha sabido frenar al mejor club del mundo esta temporada. Eso sí, los culés saldrán al campo esta noche con todo. Persiste la duda de Piqué, que entró en la convocatoria, pero la artillería pesada llega a por el botín. Messi, Xavi, Pedro, Daniel... mucho rival enfrente. Luis Fabiano, Kanouté, Navas, Zokora... mucho local para hacer frente.
