El Sevilla fue una sombra de equipo en el Camp Nou y entregó de forma lamentable la Supercopa de España que traía bien encarrilada del Sánchez Pizjuán. Murió como un cordero degollado en el matadero, sin plantar cara a los culés, que ciertamente están en otra dimension.
Antonio Álvarez prescindió de salida de hombres clave como Kanouté –que no estuvo ni en el banquillo– y Luis Fabiano, pensando en el partido del martes contra el Sporting de Braga, mientras que Pep Guardiola recuperó a varios de los campeones mundiales –Xavi, Pique, Pedrito, Busquets, Valdés, Iniesta, Villa...– que muy pronto empezaron a marcar las diferencia en un Camp Nou repleto de turistas y no habituales que disfrutaron de lo lindo con la plácida exhibición azulgrana.
Ni media hora le duró al Sevilla la confortable ventaja (3-1) que traía del partido de ida. A los 24 minutos ya tenía la Supercopa perdida, pues Konko se había hecho un autogol en el 14’ al despejar mal un centro chut de Pedro y diez minutos después Messi ponía rúbrica a un magistral pase vertical de Xavi, a quien incomprensiblemente no presionaba nadie en el círculo central. Por entonces, la posesión de los culés (69%) ya era abrumadora, más del doble que la de los sevillistas (31%), que se plantaron en el Camp Nou con una actitud timorata y conservadora que los condujo a la autodestrucción.
Al Barça ya le valía el 2-0 para hacerse con el título, pero antes del descanso Messi dejaba las cosas aún más claras al culminar con un certero remate una cabalgada de Alves por la derecha. Con el 3-0 con el que se llegó al descanso parecía todo decidido, sobre todo porque el Sevilla no dio en ningún momento la impresión de ser capaz de inquietar a Valdés, un turista más en la bochornosa noche barcelonesa.
Cambios. A la hora de partido Antonio Álvarez hizo un triple cambio para tratar de dotar de algo de mordiente a su equipo con Luis Fabiano, Perotti y Cigarini, en busca de un gol que forzara al menos la prórroga (uff), pero Valdés siguió de turismo. Guardiola había dado entrada instantes antes a Iniesta y Villa, y estos sí que gozaron de dos buenas ocasiones para haber sentenciado la final. No lo hicieron pero ambos participaron en la jugada que abrochó la noche, un tiralíneas Villa-Iniesta al que puso la firma Messi para anotarse su primer hat-trick de la temporada y dar al Barça su novena Supercopa.
Si un equipo formado por 7/8 campeones del mundo lo adornas con el mejor jugador del planeta, no hay rival se te resista, aunque lo de ayer ante el Sevilla fue excesivamente sencillo por las tremendas facilidades otorgadas por los nervionenses.
3. Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Abidal, Maxwell; Xavi, Busquets, Keita, Messi, Bojan (Iniesta, min.57) y Pedro (Pedro, min.57).
0. Sevilla FC: Palop; Dabo, Konko, Escudé, Fernando Navarro; Alfaro (Perotti, min.62), Zokora, Romaric (Cigarini, min.62), Capel (Luis Fabiano, min.62); Navas y Negredo.
Goles: 1-0, min.14: Konko (pp). 2-0, min.24: Messi. 3-0, min.44: Messi. 4-0, min.90: Messi.
Árbitro: Fernando Teixeira, del comité cántabro. Mostró cartulina amarilla a Romaric (min.34), Piqué (min.79) y Cigarini (min.89)
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de la Supercopa de España, disputado en el Camp Nou del FC Barcelona ante 67.414 aficionados, según datos oficiales. El nuevo presidente del Barcelona, Sandro Rosell, se estrenó en el palco de honor.El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel Maria Villar, entregó la Copa de Campeón de la Supercopa de España al capitán barcelonista Carles Puyol, que esta noche no jugó.
