Tras investigar el origen del comportamiento de los recogepelotas, el club de Nervión estudia la posibilidad de sustituir a estos por jugadoras de las categorías inferiores del equipo femenino, según apunta eldesmarque.com. En caso de adoptar esta medida, se llevaría a efecto en el partido más inmediato como local. Es decir, el próximo sábado 7, sábado de Feria, día en que el Real Madrid visitará el Sánchez Pizjuán.
Oficialmente, el club no se ha vuelto a pronunciar sobre el asunto desde que José María del Nido lamentase públicamente, a través de las cámaras de Canal Plus, el comportamiento que vio durante el partido contra el Villarreal.
La figura del delegado Cristóbal Soria fue señalada, pero éste ha quedado libre de culpa, a tenor de las explicaciones dadas por los recogepelotas. Soria, por cierto, guarda silencio hasta el momento. Su nombre ha sido estrella estos días en la conocida red social Twitter por el incidente del Sánchez Pizjuán.
A la espera la reacción oficial del club sobre este asunto, a partir de ahora la labor de los recogepelotas correrá a cargo de integrantes de las categorías inferiores del equipo femenino. Lanzar balones al terreno de juego con el partido en marcha se ha puesto de moda en los últimos tiempos. Varios han sido los estadios en los que se ha dado esta situación antideportiva.
El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol castigó al Sevilla con una multa de 602 euros, según lo estipulado en su reglamento. La entidad nervionense ha recibido el mismo castigo que Osasuna, Zaragoza y Getafe por incidentes similares ocurridos esta temporada.
El Comité de Competición aplicó el artículo 110 del Código Disciplinario (alteración del orden del encuentro de carácter leve), única forma de actuar por el momento contra estos comportamientos antideportivos que se están dando.
MEDIDA EJEMPLAR. La decisión de sustituir a los recogepelotas puede servir como medida ejemplar no sólo en el Sevilla, sino de cara al resto de clubes. Ni que decir tiene que parece absolutamente improbable que un suceso similar vuelva a ocurrir en el Sánchez Pizjuán, después del enorme enfado del presidente y del toque de atención dado a los chavales con esta medida de reemplazarles en su labor.
