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El Sevilla evita la cruzada

El fútbol nunca es solo fútbol. Es más, mucho más, es deporte, es pasión, espectáculo, emoción y también religión. Y cuando el balompié entra en este proceloso campo de sensibilidades se pueden herir algunas, sin querer. Eso le puede suceder al Sevilla con los seguidores musulmanes del Fenerbahçe. Foto: Javier Díaz.

el 15 sep 2009 / 00:00 h.

El fútbol nunca es solo fútbol. Es más, mucho más, es deporte, es pasión, espectáculo, emoción y también religión. Y cuando el balompié entra en este proceloso campo de sensibilidades se pueden herir algunas, sin querer. Eso le puede suceder al Sevilla con los seguidores musulmanes del Fenerbahçe.

El Sevilla ha tomado una decisión "inteligente". Así la califican varios medios turcos. Por una causa o por otra, la realidad es que el club hispalense, según confirmó ayer a este diario, ha decidido que la semana que viene, en Estambul ante el Fenerbahçe, lucirá su segunda indumentaria en la Liga de Campeones, la negra (el equipo visitante tiene la potestad de elegir su vestimenta por el fair play de la UEFA). Con ello, se evita una afrenta a multitud de seguidores del Fenerbahçe y al mismo club turco. De hecho, a medida que se acercaba el encuentro el temor en Estambul se acrecentaba. Haber jugado con la camiseta blanca con la cruz roja habría sido una ofensa a muchos sectores musulmanes.

Porque la camiseta elegida por el Sevilla para disputar esta temporada los partidos como local de la Liga de Campeones es blanca, con una cruz roja en el centro, sin más simbología a priori que la de unir los dos colores de la entidad de forma original. Pero esa inocente cruz roja sobre el fondo blanco se puede convertir en una auténtica ofensa para según qué sensibilidades religiosas. Hay quien ve en esta camiseta una cruz de San Jorge, una burla del Islam y una falta de respeto a la segunda religión más multitudinaria del mundo (existen alrededor de 2.000 millones de cristianos por unos 1.200 millones de musulmanes). La razón es histórica. Esa cruz fue el emblema que los cruzados y muchos caballeros esgrimieron durante la reconquista de Jerusalén y la que utilizaron en multitud de luchas los caballeros cristianos contra los islámicos. De ahí el significado atribuido por ciertos sectores, que ven en el emblema una señal del intento de supremacía cristiana sobre la musulmana.

Polémica servida en la vuelta. En cualquier caso, la controversia, entendida o no, no surge de la nada. De hecho ya ha tenido su primer capítulo en el doble enfrentamiento que tuvieron el Inter de Milán y el Fenerbahçe durante la liguilla de la Liga de Campeones y bien harían en el Sevilla en tomar nota de cara al encuentro de vuelta del 4 de marzo. En la ida los italianos jugaron con su habitual vestimenta en Turquía, azul y negra -evitando así herir sensibilidades-, ya que el Fenerbahçe jugó de blanco en casa.

Pero en la vuelta, en Milán, el Inter lució su nueva camiseta de esta temporada, muy similar a la que viste el Sevilla en esta competición. Esta indumentaria del conjunto italiano, además, tampoco es fortuita, ya que responde al emblema ambrosiano de principios de siglo, un emblema que lleva asociado valores políticos. La polémica estaba servida, y se confirmó con la protesta de varios sectores islámicos turcos, incluido el Fenerbahçe. Barsia Kaska, abogado turco experto en derecho europeo y aficionado de esta escuadra de Estambul, solicitó a la UEFA una multa al Inter de Milán por lucir una camiseta que "atenta contra el Islam". "Esta cruz me recordó a los días sangrientos del pasado", explicó Kaska.

La denuncia fue presentada ante un juzgado que remitió la protesta a la UEFA y a la FIFA. Kaska, además pidió la anulación de los tres puntos logrados por el Inter por "manifestar de forma explícita la superioridad racista de una religión". "¿Cómo lo permitió la UEFA?, se preguntaba un célebre comentarista turco, Yilmaz. "Los tres goles de este Inter cruzado deberían ser borrados", fue el titular del diario liberal Radikal.

No hubo puntos retirados y el asunto se ha quedado ahí por ahora, pero con 'la vuelta' de la cruz de San Jorge a los terrenos de juego, en este caso encarnada en la camiseta del Sevilla, la polémica regresa al primer plano de la actualidad. En el Sánchez Pizjuán, lo lógico es que el equipo de Jiménez la luzca, y los sentimientos de ofensa pueden renacer entre los más de 2.000 aficionados turcos que se prevé que acudan a la capital anzaluza.

El escudo y San Fernando. La cruz de la camiseta no es el único elemento sevillista que puede resultar ofensivo. En el escudo aparece el Rey San Fernando. Este porta en el escudo, en su mano derecha, una espada, signo de su carácter conquistador. Y sus batallas fueron contra los musulmanes durante la reconquista de Al Andalus. ¿Exagerado? Quizás, pero es que el fútbol, en algunos casos, es una religión.

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