Los peores augurios mostrados en competición europea se confirman en el torneo doméstico y este Sevilla de triste figura no camina hacia ninguna parte, no sabe a lo que juega y empieza a causar desazón entre su hinchada, que ayer lo despidió con una fuerte bronca después de saborear, durante un buen rato, la posibilidad de convertirse en líder de la categoría.
Hacía más de tres años que el Sevilla no olisqueaba el liderato, desde los compases finales de aquella exitosa temporada 2006/ 07 en la que peleó la Liga con Madrid y Barça casi hasta el último suspiro, amén de ganar la UEFA y la Copa del Rey. Bien que lo recordará Antonio Álvarez –por entonces segundo de Juande–, que ayer afrontó el asalto al liderato con un once muy renovado y con importantes ausencias, unas por lesión –Navas, Renato, Kanouté, el mismo Martín Cáceres, que cayó en el calentamiento– y otras, como las de Luis Fabiano y Capel, por decisión técnica.
Las suplencias de Luis Fabiano, que en la Liga apenas ha jugado media hora y en Europa ha firmado sus actuaciones por fiascos, ya no sorprenden a nadie, y ayer no se le empezó echando de menos porque un monumental error del meta racinguista Toño, que arrolló a Alfaro en una alocada salida, permitió a Negredo anotar el 1-0 de penalti en lo que parecía iba a ser una plácida noche para el entonces líder.
Pero nada más lejos de la realidad. En Nervión la afición exige algo de fútbol y este Sevilla no se lo sabe dar. Álvarez puebla el medio campo con Guarente y Cigarini pero ninguno de los dos ‘refuerzos’ del verano parece capacitado para llevar las riendas del equipo, que sigue viviendo de sus bandas o de lo que cazen sus hombres gol, a quienes cada vez les cuesta más gozar de ocasiones ante la meta rival. Ayer, aparte del penalti de Negredo, sólo tuvo un par de ellas Perotti, todas en el primer tiempo, porque en el segundo, que fue un espanto, no gozó nadie de ninguna.
El Racing, que al principio parecía una víctima propicia, poco a poco fue dándose cuenta de que para pescar en el Pizjuán hace falta muy poco y en los compases finales de la primera parte empezó a estirarse y rondar el gol, con ocasiones para el ex bético Arana y Adrián, el hijo de Michel. Tras el descanso quien siguió llevando la iniciativa fue el Racing, que pronto logró el empate con un obús de Pinillos muy mal defendido y estuvo más cerca del 1-2 que del 2-1, pues la nulidad del Sevilla en ataque, sin Luis Fabiano y con él, fue absoluta. La afición, que se las prometía muy felices con el caramelo del liderato, acabó hastiada y sacando pañuelos de protesta porque su equipo dista cada vez más del que un lejano día fue.
1 - Sevilla: Palop; Konko, Alexis, Escudé, Fernando Navarro; Alfaro (Acosta, m.80), Zokora, Guarente, Perotti; Cigarini (José Carlos, m.69) y Negredo (Luis Fabiano, m.75).
1 - Racing de Santander: Toño; Pinillos, Henrique, Torrejón, Cisma; Munitis, Diop, Tziolis, Arana (Edu Bedia, m.84); Adrián (Lacen, m.70) y Rosenberg (Ariel, m.59).
Goles: 1-0, m.13: Negredo, de penalti. 1-1, m.54: Pinillos.
Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a los visitantes Toño (m.11), Tziolis (m.20).
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de Liga de Primera División disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de 32.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
