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El Sevilla gana al Almería e iguala su récord de puntos

Una sufrida victoria ante el Almería cambió la cara al equipo de Manolo Jiménez, que firma números históricos a estas alturas de campeonato y convierte definitivamente la Liga en 'su' competición. El Sánchez Pizjuán festejó el triunfo por todo lo alto. La Copa del Rey ya es historia. Así es esto.

el 15 sep 2009 / 23:43 h.

Una sufrida victoria ante el Almería cambió la cara al equipo de Manolo Jiménez, que firma números históricos a estas alturas de campeonato y convierte definitivamente la Liga en 'su' competición. El Sánchez Pizjuán festejó el triunfo por todo lo alto. La Copa del Rey ya es historia. Así es esto.

Pocos sevillistas podrán olvidar fácilmente la eliminación a manos del Athletic, sobre todo por la forma en que se produjo. Por eso, el partido de ayer llegaba envenenado. Había que ganar; primero, por orgullo, por demostrar a la afición que este equipo tiene sangre en las venas; y segundo, porque la victoria permitía, como así fue, dar un gran paso de gigante en la lucha por disputar la Champions. Al final, el Sevilla dio la cara. Ganó, pidiendo la hora pero ganó, a un Almería que sólo apareció tras el descanso. Es la cuarta victoria consecutiva en Liga del equipo de Manolo Jiménez, y, sin duda, la más importante de las cuatro porque serena las aguas.

Por suerte para sus intereses, el punto de inflexión del encuentro se produjo muy pronto, concretamente a los cinco minutos de juego, justo cuando apareció Kanouté. Ayer, el franco-malí volvió a realizar una demostración de su categoría: atacó jugando el balón siempre con calidad; defendió hasta que el árbitro señaló el final del encuentro; y, además, marcó el 1-0. Su gol llegó tras controlar la pelota -el Almería pidió mano- a centro de Romaric. Gracias a su tanto, el camino se allanó cuando más falta hacía.

El Sevilla evitó que la afición se impacientase y trasladara su estado de ánimo al terreno de juego. Pero, además, el gol tempranero cambió los planes al equipo de Hugo Sánchez, que se resintió. Y todo ello con un invitado de excepción: Diego Perotti. El joven argentino fue uno de sus mejores futbolistas en la primera parte junto a Romaric, que jugó de interior izquierda. Perotti se alternó con él en esa banda e hizo daño cada vez que buscó la frontal del área saliendo con su pierna derecha y sirviendo buenos centros. Mientras tanto, Luis Fabiano, Acosta, Adriano y Diego Capel veían cómo un chaval del filial les dejaba en el banquillo. Precisamente de una acción de Perotti nació la ocasión más clara del Sevilla en la primera parte, desbaratada por Diego Alves tras un cabezazo de Jesús Navas entrando por el segundo palo.

otro partido. El Almería decepcionó en su puesta en escena, pero todo cambió tras el paso por los vestuarios. Con mucha más decisión y posesión de pelota, el equipo de Hugo Sánchez comenzó a crear peligro, serio peligro, hasta el punto de que en cuestión de dos minutos pudo cambiar todo. En el 52', Palop evitó con una mano prodigiosa que Uche marcase desde la frontal tras una jugada de Iriney; en el 54', Negredo cabeceó mal un centro de Crusat cuando el gol parecía cantado.

El partido había cambiado por completo. Ahora, los dos equipos creaban peligro. En pleno toma y daca, Renato perdonó el 2-0 a puerta vacía tras una jugada de Romaric y Jesús Navas. No perdonó, sin embargo, en otra nacida en las botas de Capel -sustituyó al palaciego, desdibujado- que Kanouté -en fuera de juego- hizo buena con un posterior pase al brasileño para que éste marcara (2-0).

Nervión parecía respirar. Sin embargo, lejos de que llegase la tranquilidad, Negredo abrió la puerta a los nervios poco después. El delantero transformó un claro penalti de Renato a Piatti, revulsivo de un Almería que comenzaba a creer pero que se topó con un futbolista que marca diferencias: Kanouté. La Pantera sacó fuerzas de flaqueza y pidió el balón, lo aguantó esperando la incorporación de sus compañeros y defendió junto a la línea de meta en el tiempo de descuento. Otra actitud, otro resultado.

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