Del dicho al hecho, y con absoluto sigilo. El Sevilla ha puesto el caso Juande en manos de la justicia, después de que, el pasado mes de octubre, el técnico decidiera rescindir unilateralmente el contrato que le unía hasta final de temporada con el club de Nervión para irse al Tottenham.
Hasta ahora, lo único que se sabía es que el Sevilla, por medio de su presidente, José María del Nido, había dejado clara su intención de defender sus intereses tras la repentina marcha del entrenador. "El hecho de que Juande sea pasado no quiere decir que el Sevilla no ejercerá las acciones ante los tribunales oportunos para defender sus derechos, como siempre, con ahínco y desplegando todas las fuerzas que la entidad tiene.
No vamos a renunciar a nada, lo que no quiere decir tampoco que vayamos a publicar lo que vamos a hacer. Cuando ejerzamos esas acciones los medios de comunicación tendrán constancia de ellos", explicaba Del Nido al respecto el pasado mes de noviembre.
Y su idea se ha cumplido. Según ha podido saber este periódico, el club ha llevado ya el caso a los tribunales, concretamente a los Juzgados de lo Social de Sevilla. Con ello, se pretende obtener un resarcimiento económico al amparo del artículo 16 del Real Decreto 1006/85, de 26 de junio, que responde al epígrafe Efectos de la extinción del contrato por voluntad del deportista.
En él, se establece que "la extinción del contrato por voluntad del deportista profesional, sin causa imputable al club, dará a éste derecho, en su caso, a una indemnización que en ausencia de pacto al respecto fijará la jurisdicción laboral en función de las circunstancias de orden deportivo, perjuicio que se haya causado a la entidad, motivos de ruptura y demás elementos que el juzgador considere estimable".
Asimismo, el Sevilla ha puesto el asunto en manos de quien muchos compañeros de profesión consideran un auténtico mago: Juan de Dios Crespo. Especialista en derecho deportivo y en derecho internacional y comunitario, está considerado como el mayor experto en cuestiones legales relacionadas con el fútbol.
Recientemente, su nombre estuvo en boca de todos tras ganar el famoso caso Webster (algo así como una segunda parte de la sentencia Bosman que afecta sensiblemente al sistema de traspasos de la FIFA y que pone a prueba la relación contractual entre clubes y futbolistas). La rebaja a la sanción de David Navarro y Marchena tras los incidentes con el Inter, la defensa a la Roma en el mecherazo al árbitro Ander Frisk o que pasara a la historia el derecho de retención en el fútbol suramericano para jugadores que acababan contrato son otros de sus diversos logros.
Hace unos meses, el Sevilla se puso en contacto con él para ver los posibles pasos a seguir tras la marcha de Juande, que obligó, entre otras cosas, a buscar un nuevo técnico. Crespo es el abogado que defiende los asuntos del club en el caso De Sanctis y ahora también hace lo propio en el pleito que va a mantener desde ahora con el laureado entrenador nacido en Pedro Muñoz.
Existen antecedentes relativamente cercanos de rescisiones unilaterales de contrato por parte de entrenadores. Así, por ejemplo, Rafa Benítez, actual preparador del Liverpool, puso fin a su vinculación con el Valencia en junio de 2004 cuando le quedaba todavía un año por cumplir. El club che pidió tres millones de euros de indemnización en los juzgados, aunque finalmente ésta quedó fijada en 400.000 euros.
Ese mismo verano de 2004, José Mourinho, al que quedaban dos temporadas de contrato más con el Oporto, se fue al Chelsea, que finalmente alcanzó un acuerdo amistoso y pagó 2,5 millones de euros a la entidad portuguesa, con la que, además, firmó un convenio de colaboración para la formación de jugadores por un periodo de cinco años.
A partir de ahora, habrá que ver lo que da de sí la decisión del Sevilla de poner el caso Juande en manos de la justicia. Sabido es que la relación entre club y técnico ha ido deteriorándose a pasos agigantados desde que abandonó el equipo para irse al Tottenham, como prueban los diversos intercambios de acusaciones que han mantenido Del Nido y Juande.
Muchos fueron los sevillistas que hicieron ver al presidente la necesidad de resacirse. El propio Del Nido lo ha entendido así siempre y ahora se pasa del dicho al hecho. Lo único que ha tapado todo esto es el hecho de que el equipo esté compitiendo.
