El Sevilla se quedó a medias en su intento de reconciliarse con la afición tras el sonrojo vivido en Getafe. El equipo de Míchel no pasó del empate frente al Levante, aunque duerme en puestos de Europa League a la espera de lo que hagan sus rivales directos. La Liga de Campeones puede quedar casi imposible si el Málaga (cuarto) gana este lunes a Osasuna.
Mientras hay vida, hay esperanza. El problema es que con esta vida... es difícil llegar lejos. El Sevilla volvió a acusar serios problemas defensivos -Koné marcó un gol y perdonó dos clarísimos- y ofensivos. Negredo, autor del 1-0, desperdició un penalti a cinco minutos del final. Munúa adivinó su intención. Los otros jugadores del conjunto nervionense que lo intentaron fueron incapaces de batir al portero por falta de acierto o por auténtica mala suerte.
El empate echa más agua fría al fuego. La afición despidió al equipo con silbidos, cansada de ilusionarse y ver, una y otra vez, que estos mimbres no dan para más. Míchel hace lo que puede, no milagros. Su futuro en el club va camino de quedar en manos de Del Nido y Monchi.
El técnico puso en liza al mismo once que cayó en Getafe. Y hubo reacción. La única novedad fue Cala. El lebrijano ocupó el puesto de Coke, quien entró en la convocatoria con problemas físicos y acabó sustituyendo a su compañero cuando éste cayó lesionado en la recta final del partido. El madrileño fue silbado.
Dispuesto a cambiar la imagen del Coliseum, el Sevilla salió con ganas y apretó los dientes. Los de Míchel imprimieron intensidad al juego desde el inicio y no tardaron en marcar. A los 20 minutos, Negredo enganchó en el segundo palo un buen centro de Fernando Navarro. Sin duda, la mejor forma de serenar aguas.
MARCA Y LE MARCAN AL INSTANTE. Sin embargo, la intención de cambiar el guión al Levante duró un suspiro. Dos minutos después, el equipo de Juan Ignacio Martínez empató por medio de Koné, que batió a Javi Varas tras una jugada de Barkero. El Sevilla fue incapaz de frenar la conexión entre el marfileño -no celebró el gol- y el guipuzcoano, un campeón del mundo sub 20 en Nigeria (1999) junto a futbolistas como Casillas o Xavi que no ha tenido la suerte de que equipos de peso apuesten por él. Calidad tiene.
Barkero destaca ahora en un Levante al que nadie ha regalado nada y juega de memoria, con las ideas muy claras, capaz de plantarse en el área rival con sólo tres pases. De hecho, Koné tuvo en sus botas el 1-2 en dos ocasiones: primero remató alto tras adelantarse a Javi Varas en otra jugada de velocidad pro banda y luego le disparó al cuerpo.
El partido se rompió por momentos. Reyes salió al césped, el Sevilla apretó. Cabral sacó la pelota sobre la línea de gol cuando se colaba tras un remate de Manu que Munúa tocó lo justo para frenarla. Luego, Fazio, con un cabezazo, obligó al portero a lucirse otra vez. Faltaba el penalti de Javi Venta sobre Reyes. Negredo lanzó la pena y Munúa volvió a ser un muro. Es lo que hay.
Ficha técnica:
1 - Sevilla FC: Javi Varas; Cala (Coke, m.83), Fazio, Escudé (Deivid, m.45), Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Trochowski, Luna (Reyes, m.53); Manu del Moral y Negredo.
1 - Levante UD: Munúa; Javi Venta, Ballesteros, Cabral, Pedro López; Xavi Torres (Farinós, m.77), Iborra; Valdo (El Zhar, m.77), Barkero, Botelho (Juanlu, m.87); y Koné.
Goles: 1-0, M.21: Negredo. 1-1, M.28: Koné.
Árbitro: Carlos Velasco Carballo (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Escudé (m.20), Medel (m.40) y Manu del Moral (m.89), y a los visitantes Iborra (m.18), Koné (m.29), Javi Venta (m.85), Valdo (m.88, cuando ya había sustituido) y El Zhar (m.93).
Incidencias: Partido de la trigésimo quinta jornada de liga, disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante algo más de 30.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
