El Sevilla de Gregorio Manzano ha ofrecido muestras de recuperación y mejora con respecto a la anterior etapa del equipo, pero a día de hoy sigue habiendo aspectos por pulir. Por eso quizás un partido de la dimensión del de esta noche, ante el Barcelona, llegue un poco pronto para medir las posibilidades reales del conjunto nervionense, pero en cualquier caso es lo que hay. Uno de esos matices que debe mejorar y trabajar el entrenador jiennense es el de los partidos fuera de casa. Hasta el momento la mejor cara la ha dado el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, ante el Atlético y ante el Athletic, pero a domicilio la cosa cambia. A pesar de haber logrado dos buenos resultados en los tres encuentros lejos de Nervión (en Dortmund y en Lviv, las dos veces en la Liga Europa), la imagen del equipo dejó bastante que desear ante los alemanes y ante el Sporting de Gijón, en la Liga.
Sin duda el Camp Nou es un examen de tremendo nivel, pero en el que al conjunto hispalense, por muchos condicionantes que pueda alegar, hay que exigirle un mínimo, y ese mínimo es la competitividad y la ambición, propias de un equipo de la parte alta con altas aspiraciones.
Eso fue precisamente lo que le faltó al Sevilla en su última comparecencia en el recinto blaugrana, en la vuelta de la Supercopa de España. Su nula ambición y su falta de competitividad alejaron la posibilidad de conquistar un nuevo título y estigmatizaron a un Antonio Álvarez que pagó a la larga ese partido, su planteamiento y su desarrollo.Gregorio Manzano vio aquel partido y de entrada sabe que no puede repetir los errores del pasado, no quiere. Tras reservar con éxito a la mayoría de sus jugadores importantes en la Copa ante el Irún, plantará ante el Barcelona su mejor equipo, con varios matices y con alguna que otra duda. Los matices provienen de las bajas obligadas de Palop y Fernando Navarro. La primera, la del portero, la solucionará el técnico tirando de automatismo, como no podía ser de otra forma. Varas volverá a ser titular en el Camp Nou dos campañas después de vivir una situación similar (entonces acabó encajando cuatro goles).
En el segundo caso, muy probablemente Manzano opte por colocar a Dabo en el lateral izquierdo, sobre todo por su velocidad en su presumible duelo con Messi. También ha viajado el canterano Luna, pero a simple vista más como prevención.
En cuanto a las dudas, hay dos. En el centro del campo Renato es fijo, pero está por ver si el técnico repite pareja con Romaric después de lo visto en Gijón. Zokora, un futbolista con mucho recorrido para un campo como el culé, podría tener sus opciones.
Por otra parte, en ataque Manzano tiene a todos sus bólidos en plena forma. Cada uno ha hecho un doblete en su último partido, por lo que ateniéndonos al reparto de minutos hay que apostar por el dúo Kanouté- Luis Fabiano. Los dos gozaron de descanso el pasado miércoles en la Copa del Rey, mientras que Negredo, que completó un partidazo, jugó casi todo el encuentro.
Mala racha. Sin duda, si el Sevilla repite el nivel de los partidos de casa es capaz de plantar cara al Barcelona, que además anda más torpe en casa esta Liga, pero de mostrarse dubitativo puede repetirse lo ocurrido en los últimos años. Sin ir más lejos, y al margen del 4-0 de la vuelta de la Supercopa, las dos últimas visitas al Camp Nou en Liga se saldaron con sendos 4-0. Mirando hacia atrás, el Sevilla no puntúa allí desde 2003, y no gana desde 2002. Eso sí, en Copa en enero reventó el estadio azulgrana con su decisiva victoria a domicilio.
