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El Sevilla rompió en Valencia una racha de siete años

El pésimo partido del Sevilla en Valencia no sólo ha dejado un regusto amargo en la afición blanquirroja, sino que también ha roto una racha de siete años sin perder en la primera jornada de Liga.

el 16 sep 2009 / 07:58 h.

El pésimo partido del Sevilla en Valencia no sólo ha dejado un regusto amargo en la afición blanquirroja, sino que también ha roto una racha de siete años sin perder en la primera jornada de Liga. El Celta, en la 2002/03, fue el último verdugo en el inicio.

Además, el partido en Mestalla arroja otra conclusión. A los de Nervión no se les da nada bien iniciar la Liga lejos del Sánchez Pizjuán. No ganan como visitante en la primera fecha desde la temporada 1993/94. Entonces vencieron por 1-2 al Zaragoza con goles de Monchu y Suker. Ha llovido desde entonces. Precisamente a principios de los 90 esta circunstancia no era temida por los sevillistas, pues los dos años anteriores a la victoria en La Romareda, ganaron en el Carlos Belmonte de Albacete -3-4 con hat trick de Suker- y en San Mamés -0-2 con tantos de Salguero y Bengoechea-.

Desde aquella victoria a orillas del Ebro, el Sevilla empezó fuera de casa sólo en tres ocasiones. Cayó en San Sebastián en 1996 y el domingo en Valencia, y empató la temporada pasada en el feudo del Racing de Santander.

En la entidad blanquirroja están más y mejor acostumbrados a iniciar la temporada en su estadio, casi sinónimo de victoria en la era Del Nido. El abogado se estrenó en la presidencia en mayo de 2002, y tres meses después sufrió la, hasta el domingo, única derrota en la primera jornada durante su mandato. El Celta doblegó al Sevilla de Caparrós por la mínima.

Desde entonces, los nervionenses sumaron cinco victorias consecutivas en casa, tres por la mínima y otras dos con una contundente goleada. Entre 2003 y 2005, Atlético de Madrid, Albacete y Racing cayeron por 1-0 en Nervión. La temporada siguiente, la mejor de la historia del club, se inició con una goleada por 4-0 ante el Levante, preludio de un ejercicio inolvidable que se culminó con la consecución de su segunda UEFA, la Copa de Rey y el tercer puesto en la Liga.

En la siguiente temporada, la 2007/08, el primer compromiso liguero volvió a saldarse con goleada. El Getafe, rival en la final de Copa dos meses antes, sucumbió por 4-1 a la pegada del Sevilla, aún entrenado por Juande Ramos. No obstante, fue un día de infausto recuerdo no sólo para el sevillismo sino para todo el deporte español. Al filo de la media hora, Antonio Puerta se desplomó en el área getafense y días más tarde moría en el Hospital Virgen del Rocío.

El año pasado, tras once iniciando la competición liguera al calor de los suyos, el equipo sevillista, ya entrenado por Manolo Jiménez, tuvo que desplazarse hasta Santander para disputar su primer compromiso. El choque se saldó con un empate a uno, con gol de Fazio, y unas sensaciones muy parecidas a las mostradas el domingo en Valencia.

El balance entre la victoria en La Romareda del 93 y la derrota ante el Celta del 2002 arroja unos datos más variopintos. En esos ochos años, el Sevilla jugó siete partidos en casa. En ese periodo ganó los tres que jugó mientras militaba en Segunda, cayó en otros cuatro -Madrid, Tenerife, Real Sociedad y Barcelona- y sólo empató ante la Real Sociedad en agosto de 1999.

ARRECIAN LAS CRÍTICAS.

Más allá de estos datos, la mala imagen ofrecida por los pupilos de Manolo Jiménez ha avivado las voces más críticas con el entrenador de Arahal. No se entienden las ausencias en el once titular de las tres recientes incorporaciones, especialmente la de Zokora. Pero sobre todo se ataca a la actitud timorata y defensiva de un equipo que, dicho desde el club, debería aspirar a todo.

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