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El Sevilla se aprieta el cinturón en una temporada sin Champions

El club nervionense ha gastado 17 millones menos en fichajes que hace un año y ha ingreso unos 10 millones más en traspasos.

el 02 sep 2010 / 21:03 h.

Guarente en acción.

Finalizado el plazo de fichajes, el Sevilla ha acabado con un balance económico positivo esta pretemporada en cuanto a ventas y a compras se refiere. Algo que habrán agradecido las arcas nervionenses, que además se han visto privadas de los ingresos de la Liga de Campeones. Quizás por ello la política hispalense ha sido bastante más austera esta temporada y se ha optado por incorporaciones que en muchos casos recuerdan más al Sevilla de comienzos de este siglo que al del último lustro. Es el caso de Dabo, que llega libre del Saint Ettiene y cuya llegada no ha supuesto inversión alguna. También la fórmula de la cesión ha imperado, y así han llegado Cigarini y Cáceres, si bien sus opciones de compra son más cuantiosas (siete millones la del italiano y tres la del uruguayo). En cualquier caso, sólo se han gastado grandes sumas de dinero en dos futbolistas, Guarente y Alexis.

El coste de cada uno ronda los cinco millones de euros –las cifras no son oficiales, y por lo tanto, son aproximadas–, mientras que por la cesión de Cigarini el club hispalense tuvo que pagar unos 750.000 euros. Todo ello, ofrece un total de gastos de este verano de unos 11 millones de euros.

En el capítulo de salidas, el Sevilla sí que ha ingresado un buen dinero, y eso que en la mayoría de los casos los jugadores se han marchado libres. Pero por Adriano y Squillaci la sociedad ha recibido alrededor de 16 millones de euros, unos 11 del Barcelona por Adriano, cuyos coste puede incrementarse hasta los 14 millones debido a los pluses, y unos cinco del Arsenal por Squillaci.

Es decir, que este verano el saldo sí que ha sido positivo en Nervión, algo que contrasta con lo ocurrido la pasada temporada, cuando sucedió lo contrario. Con la Liga de Campeones asegurada, el Sevilla optó por hacer fuertes inversiones en refuerzos, en concreto por Negredo –15 millones,  Zokora –10 millones– y Sergio Sánchez –unos tres millones–.

Por contra, las ventas fueron casi insignificantes cuantitativamente comparadas con las inversiones realizadas. Apenas se recibieron unos cinco millones de euros. Cuatro, según el club –en este caso sí ofreció cifras– por el traspaso de Aquivaldo Mosquera al América de México, y cerca de un millón por la marcha de Maresca al Olympiacos. También se marcharon Duda y De Sanctis, aunque sin importante contraprestación a cambio. Queda claro, pues, que en los años sin Liga de Campeones el Sevilla hace gala claramente de su austeridad económica. El análisis, aunque sesgado, así lo muestra en las dos últimas campañas.

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