La clasificación para octavos de final de la Liga de Campeones como líder de grupo tendrá que esperar. El Sevilla, desconocido, fue incapaz no ya de ganar al modestísimo Unirea Urziceni, sino incluso de empatar con la auténtica revelación del torneo. Un gol en propia meta de Dragutinovic justo antes del descanso puso contra las cuerdas al equipo de Manolo Jiménez, porque, con el marcador en contra, fue una sombra de sí mismo. Bien es cierto que la suerte fue dispar: sonrió a los locales en ese gol y amargó al Sevilla, que estrelló dos remates en el palo. Pese a ello, la imagen de la segunda parte fue pobre. Sólo cuando salió al campo Perotti y el Unirea se encerró aún más en su área se pudo pensar en igualar el resultado. Fue en vano. La derrota obliga al Sevilla a ganar o empatar con el Rangers, ya eliminado, en la última jornada para acceder a octavos como líder.
Una nueva pareja de centrales –Sergio Sánchez y Dragutinovic–, un nuevo doble pivote –Zokora y Lolo–, la presencia de Capel por la izquierda y la de Negredo como acompañante de Kanouté arriba fueron las principales novedades de un equipo en el que futbolistas clave como Renato, Squillaci, Luis Fabiano o Perotti se quedaron inicialmente en el banquillo y acabaron saliendo para sacar las castañas del fuego. Jiménez reservó fuerzas y volvió a confiar en jugadores que le han respondido pese a no tener la vitola de indiscutibles.
Sin embargo, no fue el mejor día para reclamar un puesto. Y eso a pesar de que el Sevilla controló la primera parte... hasta el gol. Kanouté, a centro de Konko, y luego Negredo, cabeceando un rechace, avisaron con sendos remates al palo cuando el cronómetro apenas llegaba al minuto 20. Ni siquiera la defensa de cinco hombres y las líneas especialmente juntas que diseñó Petrescu le impidieron crear algunas ocasiones. Eso sí, al equipo de Jiménez le costó tener el balón al principio, aunque con el paso de los minutos fue completamente suyo. El Unirea tuvo que encomendarse al error del rival o a la diosa Fortuna, y fue ésta la que le sonrió. Lo hizo justo antes del descanso, cuando Drago, solo al intentar despejar el balón tras el saque de una falta lateral de Brandán, mandó la pelota al fondo de la red (1-0). El inesperado gol del Unirea trastocó todos los planes. Había que buscar el empate como mínimo para asegurar la clasificación como primero de grupo. Y ello con el hándicap de tener que hacerlo ante un equipo anímicamente reforzado y que juntaba aún más si cabe sus líneas.
SUFRIENDO. El panorama pudo incluso oscurecerse aún más de no haber sido por Javi Varas, quien repelió un disparo de Varga dentro del área (55’), y por el error de este mismo atacante local, que mandó al lateral de la red la pelota en inmejorable posición, con el Sevilla haciendo aguas cada vez que se acercaba el Unirea. No era cosa de la zaga; era cosa de todos, porque lejos de ser un esperado asedio lo del Sevilla en la segunda parte, llegó a ser un coladero. Jiménez movió ficha viendo la que estaba cayendo. Sacó a Renato y a Luis Fabiano, llegando a jugar incluso con tres delanteros durante unos minutos. Poco después, sustituía a un perdido Negredo para dar entrada a Perotti. Toda la artillería con la intención de capear el temporal y sumar un punto ante los rumanos, cada vez más espoleados.
Sólo la presencia del internacional argentino invitó a pensar que el Sevilla podría marcar un gol al Unirea, cuya afición hizo que sus jugadores se dejaran la piel sobre el terreno de juego. Por lo demás, prácticamente nadie fue capaz de inquietar a este modesto equipo que tuvo varias y claras ocasiones más –hasta tres, dos de ellas de Varga– para hacer más daño a los nervionenses. Fue un final vibrante, con el equipo de Jiménez cada vez más volcado. El portero local evitó que Konko marcase dentro del área con el tiempo ya cumplido, Luis Fabiano remató al lateral de la red en buena posición en el tiempo de prolongación... Pero, definitivamente, no era el día. El Unirea tumbó al Sevilla, cuyo pase como primero de grupo se pondrá el juego ante el Rangers.
Ficha técnica:
1 - Unirea Urziceni: Arlauskis; Bordeanu, Maftei, Galamaz, Brandán; Varga (Semedo, m.88), Frunza (Tiberiu Balan, m.64), Mehmedovic, Ricardo Vilana (Paduretu, m.92+), Apostol; y Bilasco.
0 - Sevilla FC.: Javi Varas; Konko, Sergio Sánchez, Dragutinovic, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Lolo (Renato, m.62), Diego Capel (Luis Fabiano, m.62); Kanouté y Negredo (Perotti, m.70).
Gol: 1-0. m.44, Dragutinovic, en propia puerta.
Árbitro: Tom Henning Ovrebo (Noruega). Mostró tarjeta amarilla a Ricardo Vilana (m.23), Apostol (m.49), Jesús Navas (m.52), Galamaz (m.75), Maftei (m.82),
Incidencias: Partido disputado en el estadio "Ghencea", de Bucarest, ante unos 15.000 espectadores. Terreno en deficientes condiciones y noche fría (unos cuatro grados).
