El partido ante la Sampdoria en Génova tiene de antemano enormes alicientes. Cualquier resultado puede servir para la clasificación y hasta puntuando en las tierras genovesas se puede ir del primero al tercer puesto. Aún perdiendo se clasificaría el Sevilla si el Stuttgart no gana en su campo al Standard. Hay tal cantidad de posibilidades que será mejor esperar el desarrollo de un partido que se presenta con el máximo interés.
N unca ha sido fácil un partido en tierras transalpinas. Más aún cuando el rival, como es el caso de la Sampdoria, se la juega y tiene la obligación de ganar el partido. Los genoveses no están para grandes hazañas, como dice la clasificación en el Calcio, y más con el Sevilla con la mosca tras la oreja sabiendo lo mucho que se juega en la competición que le ha dado más glorias deportivas. Los de Manolo Jiménez deben olvidarse de Stuttgart y pensar en ganar que es lo que verdaderamente asegura la clasificación. En las dificultades es cuando debe aparecer la casta y la calidad del equipo. Confiemos en ello.
