Alegría y decepción en unos metros. Cara y cruz.
En el fútbol profesional, el gol es caro. En el fútbol base, decisivo. Letal. Delimita la delgada línea roja entre la sonrisa y el llanto. El Sevilla de Andaluza Cadete se proclamó campeón de la fase provincial de la Copa Coca-Cola, apadrinada de forma brillante por la Federación Sevillana de Fútbol (FSF), gracias a un chico demoledor, Chuma. Un delantero con ADN de líder.
En las semifinales, el '9' decidió un duelo eléctrico y de ritmo alterno ante una de las sensaciones del torneo, el Centro Histórico de Primera. Y en la final su presencia intimidó a la zaga oponente. No marcó, pero sí fue suficiente para contener al Coria de Preferente, un equipazo. Con mayúsculas. Y no sólo por el eficaz Luis Benito, su delantero referencia. Ahora, el reto para el once de Salva Bernal será alzar el trofeo en la serie autonómica del 18 de mayo en Loja. En Torreblanca escapó con el pulgar alzado. En señal de victoria. En los penaltis.
Torreblanca acogió a los doce campeones provinciales cadetes. El Sevilla ejercía de favorito, aunque hubo sorpresas. Y agradables. El Utrera, formado en su inmensa mayoría por jugadores de primer año, completó una fase previa fabulosa. Sólo un gol in extremis del Centro Histórico le apeó del certamen. El Grupo 4, formado por los de Santa Justa y los del San Juan Bosco, fue el más competitivo. Los Mares se unió al festival con una plantilla de calidad y un técnico, Paco García, de futuro. Ha fichado por el Don Bosco, de Preferente, y promete. Los cuatro cabezas de serie, Sevilla, Coria, Sevilla Este y Centro Histórico, cumplieron y se clasificaron para las semifinales.
El anfitrión, el Diablos Rojos, fue el único conjunto de Segunda que acarició el pase. Ganó al San José, un plantel con un excelente trato de balón, y tuteó al potente Coria, que resolvió en un alarde de eficacia. El Sevilla Este cumplió ante un Olivarense que no exhibió el nivel que ofertó en su Liga, donde fue el mejor de un grupo, el III, en el que Mairena y Valencina fueron favoritos hasta la última cita. Un torneo plagado de alicientes y con joyas para el futuro.
