El sevillismo puede soñar con este equipo, puede soñar con lo que quiera después de ver cómo el Sevilla de Jiménez aplastó ayer al Rangers en una espectacular segunda parte en la que logró, otra vez, cuatro goles fuera de casa. Buen aviso para el Madrid el domingo, y para toda Europa. Y cómo no, todo sucedió en Glasgow.
Debe tener algo especial Glasgow para el Sevilla. Sus dos últimas visitas las cuenta, como poco, como históricas. En esta ciudad logró su segunda Copa de la UEFA y en esta ciudad logró ayer su mayor goleada a domicilio en la historia de la Liga de Campeones. Un triunfo aplastante que envía un mensaje demoledor a los rivales de su grupo, a todos los que disputan la Liga de Campeones y al Real Madrid, rival el domingo. Este Sevilla va a más y de momento no hay quien lo pare.
Ayer completó un ejercicio de autoridad espectacular. Espectacular porque tras una primera parte bastante floja, en la que sufrió gratuitamente, visto lo visto, realizó un derroche impresionante en la segunda. Cuatro goles marcó en 45 minutos para lograr una victoria que lo deja al frente del grupo G de la Liga de Campeones y lo perfila de manera indiscutible para los octavos de final. Konko, en una jugada de laboratorio, abrió el marcador. En el resto de los goles la conexión Kanouté-Luis Fabiano se encargó de desmontar todos los sueños del Rangers. Participaron de manera decisiva en los tres goles siguientes.
Y todo eso teniendo en cuenta que la primera parte, como ha quedado referido, fue bastante pobre. Desde el inicio el Sevilla se plantó en el campo con autoridad. Este periodo de superioridad andaluza se tradujo en una sola ocasión, del malí a pase del palaciego, pero McGregor estuvo acertado para evitar el tanto. A partir de ese minuto comenzó a desaparecer el conjunto nervionense. Como si de un virus se tratara las imprecisiones comenzaron a expandirse entre los sevillistas. Afectó esta curiosa epidemia a Lolo y a Zokora, por lo que la construcción del juego se resintió, pero también a los extremos y a los laterales.
Parecía imposible dar pases seguidos o conducir la pelota sin perderla. Y claro, para el Rangers esos regalos eran la vida. Tanto que este limitado equipo lleno de pundonor, eso sí, se hizo con el mando del partido. Mendes, el único con verdadero criterio entre los escoceses, se hizo con la batuta del partido y a base de balones largos y rechaces los locales comenzaron a dominar. De hecho, si no llega a ser por el sueco Eriksson, que pasó por alto un claro penalti de Konko a Naismith tras fallo del francés, el resultado al descanso podría haber sido otro. Y también si Navas acierta con un rechace de McGregor tras un disparo de Adriano. Pero ni una cosa ni otra.
Si el Sevilla de la primera parte fue impreciso y algo timorato, el de la segunda fue arrogante, valiente y espectacular. El cambio fue fulgurante, se puso a jugar y aplastó al Rangers como una hormiga. A los cinco minutos abrió el marcador con una jugada impecable de estrategia. A Jiménez le funciona todo, hasta el laboratorio. Lolo a Navas, Navas al área entre el despiste general y Konko que aparece para hacer el primero y reivindicarse (50'). A partir de ahí llegó el vendaval sevillista.
Se vino abajo el Rangers y los rojinegros ayer empezaron a tocar, como el sábado en Bilbao, para enloquecer a su rival. Y como en Bilbao llegó otro tanto para enmarcar. Otro sinfín de toques, de circulación del balón, para que aparecieran Kanouté y Luis Fabiano, rompieran la zaga local y dieran el gol a Adriano, perfecto en la ejecución.
Los mismos protagonistas, Kanouté y Luis Fabiano, tuvieron los dos goles siguientes con un Rangers vencido. Primero el malí se la puso al brasileño (71') y viceversa (73'). Un vendaval sevillista había pasado por Ibrox para llevarse los tres puntos y postularse en la Liga de Campeones.
Quedó tiempo para que Novo le hiciera el gol del honor a sus compatriotas, pero sobre todo hay tiempo para disfrutar de este Sevilla, que en Glasgow dejó claro que es capaz de ¿todo?
1 - Glasgow Rangers: McGregor; Whittaker, Bougherra, Weir, Papac; Thomson; Steven Davis, McCulluch (Boyd, m.73), Pedro Mendes, Rothen (Nacho Novo, m.73); y Naismith.
4 - Sevilla FC: Palop; Konko, Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Lolo, Adriano (Diego Capel, m.65); Kanouté (Negredo, m.75) y Luis Fabiano (Romaric, m.79).
Goles: 0-1, M.50: Konko. 0-2, M.64: Adriano. 0-3, M.72: Luis Fabiano. 0-4, M.74: Kanouté. 1-4, M.88: Nacho Novo.
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó al local Naismith (m.59) y a los visitantes Diego Capel (m.77) y Fernando Navarro (m.92).
Incidencias: Partido de la segunda jornada en el Grupo G de la Liga de Campeones. Disputado en el estadio Ibrox Park ante unos 45.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones pese a que llovió durante casi todo el encuentro.
