El Sevilla y Luis Aragonés decidirán hoy si el propio técnico de Hortaleza toma las riendas del banquillo nervionense y se convierte en el sustituto de Manolo Jiménez. Ambas partes acordaron ayer darse “24 horas” para “pensar y meditar la decisión”. Salvo vuelco radical, Aragonés confirmará su segunda etapa como técnico nervionense, si bien ayer no se cerró el acuerdo definitivo tras casi tres horas de reunión en la que los dos bandos expusieron sus pertinentes condiciones.
En el almuerzo celebrado en el Parador de La Arruzafa, en Córdoba, se vieron las caras José María del Nido y Monchi con el ex seleccionador nacional, que acudió acompañado de su abogado, Vicente Montes. En el encuentro los dirigentes blanquirrojos expusieron a Luis su deseo de que tomase las riendas del primer equipo. La clave, evidentemente, está en las condiciones en las que lo haría. Aunque el caché de Aragonés es elevado, el Sevilla está dispuesto a asumirlo, pero no quiere hipotecar su proyecto a medio plazo, por lo que prefiere un contrato hasta final de temporada y con premios en función de los objetivos que logre el equipo en los dos meses que restan de competición, es decir, por la clasificación para la Liga de Campeones, como tercero o cuarto, y por el título de la Copa del Rey. De esta forma, el club nervionense quiere conservar la potestad de decidir en junio sobre el banquillo. Asimismo, desde Nervión son conscientes de que Aragonés, a los 71 años, tiene cierta urgencia por volver a entrenar a un equipo de nivel, y pretenden aprovechar esta circunstancia.
Pero cada parte juega sus bazas, está claro. El sabio de Hortaleza es consciente de que el Sevilla también va contrarreloj. Tras la destitución de Jiménez tampoco tienen demasiado margen temporal para sustituirlo, y tampoco el abanico de opciones es tan amplio. Por todo ello, el entrenador también juega sus cartas. Entre sus condiciones, además de las económicas, hay dos principalmente. Para empezar, venir acompañado de su preparador físico, Jesús Paredes, petición lógica a todas luces teniendo en cuenta el estado de forma en el que se encuentra la plantilla nervionense. Además, Aragonés no renuncia a un contrato más largo con el Sevilla, es decir, de lo que resta de temporada y una más. Porque si por un lado algunas fuentes cercanas al técnico apuntan que la próxima temporada ya tiene en cartera el banquillo de una selección nacional de peso –puede que Portugal–, por otro el técnico busca un buen proyecto de un club para prolongar su ya dilatada trayectoria.
El panorama, traducido en declaraciones de los protagonistas, es la siguiente. “No hace ni 15 horas que hemos cesado a Jiménez, vamos a tener tranquilidad. Hemos hablado de lo divino y de lo humano. No es cuestión de cerrarlo todo en cinco minutos. Todo tiene sus pros y sus contras. Hemos hablado de proyecto de futuro y veremos si todo se conjuga o no. Ahora estamos en un stand by. Creo en Luis. Si no, no estaría aquí”, señaló al término de la reunión José María del Nido, que en cualquier caso reconoció “diferencias”: “Entre lo que le ofrecemos y lo que Luis ofrece todavía hay muchas diferencias, tenemos 24 horas para discernir. Es evidente que confiamos en él”.
Por su parte, el ex seleccionador nacional, campeón de Europa con España en 2008, también a la salida de la reunión confirmó el argumento dado por el presidente del Sevilla: “Tenemos 24 horas para pensarlo. Vamos a ver, a pensar y meditar y punto. Tengo ilusión por entrenar, y más a este Sevilla, que está en un buen momento. No hay desacuerdo. No hemos dicho que no hay acuerdo. Sólo que vamos a tomarnos 24 horas para pensarlo, meditarlo bien y ver lo que se hace”, explicó el veterano entrenador.Así pues, hasta hoy no habrá una decisión definitiva sobre el nuevo inquilino del banquillo del Sevilla. En cualquier caso, la entidad quiere ser cuidadosa con las formas y con Manolo Jiménez. Tras no haber procedido de la mejor forma posible la noche del martes, la idea es esperar a que el de Arahal se despida para luego confirmar, si es posible, el nombre de su sustituto. Luis Aragonés tiene todas las papeletas.
