El Sevilla Fútbol Club estaba a punto de cumplir su primer centenario en octubre de 2005 cuando, a mediados del mes de julio, abrió un mercado hasta entonces precintado para la entidad de Eduardo Dato. El 18 de julio del año del centenario era presentado Enzo Maresca, el primer italiano que vestiría la camiseta blanquirroja y, a la postre, cooperante necesario para que generaciones de aficionados vieran por fin a su equipo ganar un título el 10 de mayo de 2006. Desde entonces, y con la llegada de Luca Cigarini, ya son cuatro los futbolistas italianos que han arribado a Nervión.
El alfa de todos ellos, la guía, fue el hoy futbolista del Olympiacos. Todo un ejemplo de implicación con el proyecto que llegó al Sevilla a cambio de tres millones de euros procedente de la Fiorentina, tras dar saltos de equipo en equipo por su país e Inglaterra. En la capital hispalense encontró la estabilidad, permaneciendo durante cuatro temporadas en el club, disputando un total de 133 partidos oficiales con la camisola blanquirroja y anotando diecinueve goles.
El culmen de su estancia en el Sevilla llegó a finales de su primera temporada, haciendo dos goles en la histórica final de Eindhoven en la que alzó su primera Copa de la UEFA. Il Capo hizo el segundo y el tercer tanto de la histórica goleada descorchada por Luis Fabiano y rubricada por Kanouté. Era el primero de sus cinco títulos como sevillista. También fue oportuna su participación en la Supercopa de Europa ganada al Barcelona al marcar el tercer tanto desde el punto de penalti. Otra Copa de la UEFA, una Copa del Rey y una Supercopa de España completan los títulos cosechados en Sevilla antes de marcharse al Olympiacos del Pireo.
Tras la gran aportación de Enzo, el Sevilla volvió a pescar en Italia en el verano de 2007. Esta vez fue para hacerse con los servicios del portero Morgan de Sanctis. El guardameta hizo valer el artículo 17 del Estatuto del Jugador de la FIFA para desvincularse del Udinese y recalar en Nervión, aunque el estado de gracia de Andrés Palop le tapó el sitio y terminó la temporada con sólo nueve partidos entre la Liga y la Liga de Campeones. Eso sí, pese a sus pocos encuentros, De Sanctis demostró su calidad y sólo encajó tres goles. Pese a todo, al año siguiente se fue cedido al Galatasaray y actualmente juega en el Nápoles.La nómina de italianos en el Sevilla se ha doblado este verano con la llegada de Tiberio Guarente y Luca Cigarini, que tendrán al salernitano Maresca como espejo en el que fijarse para calar en la grada nervionense.
CON FIEBRE. El club nervionense está a la espera de que el último en ser fichado, Luca Cigarini, llegue a la capital andaluza. El ex del Nápoles no pudo desplazarse durante el día de ayer debido a una inoportuna indisposición que no aconsejaba que viajara en avión, y es que el flamante fichaje blanquirrojo se vio afectado por un proceso febril que elevó su temperatura corporal hasta los 39 grados.
Así las cosas, el Sevilla espera que Cigarini llegue a lo largo del día de hoy para someterse a los pertinentes reconocimientos médicos al mediodía junto con Jesús Navas y firmar los contratos que le vinculen definitivamente al club para la próxima campaña. El jugador formado en el Parma, que llega cedido con una opción de compra que le ataría a la entidad durante cuatro años, tiene el reto de recoger el testigo de su compatriota Maresca llevando la manija de un equipo que tanto necesita un jugador de sus características.
