No es de su agrado pero, aún así, la hermandad del Silencio va a realizar una prueba preventiva con el palio por el itinerario alternativo previsto en el Plan B de la Madrugá del Consejo tras fracasar el primer acuerdo de sacrificios rotatorios a tres años pactados que rechazó Los Gitanos y desencadenó la dimisión del delegado de la jornada, Francisco Vázquez Perea. De hecho, en la tarde de ayer los hermanos mayores del día se reunieron por primera vez con el presidente del Consejo, Carlos Bourrellier, para tratar de desatascar este asunto. El encuentro de tres horas no llegó a acercar posturas entre las partes implicadas.
«Ha sido una primera toma de contacto. Para acercar posturas y ver dónde estamos. No se ha llegado a nada», resumía escuetamente Bourrellier mientras apuntaba que «se han presentado algunas propuestas sobre la mesa, que van a ser analizadas por las respectivas juntas de gobierno».
Esta primera intentona tuvo lugar en la sede de la Cámara de Comercio por obras en la sede del Consejo. A ella asistieron también los cargos generales de la junta superior del Consejo.
Según ha podido conocer este periódico, entre las propuestas que se presentaron se encontraban algunas que ya habían sido expuestas por el ex delegado de la Madrugá. Alternativas como que la Macarena vuelva por la calle Puente y Pellón en lugar de Cuna, respetando su histórico saludo a la Anunciación; o la llegada del Calvario a la Campana por la plaza del Museo y la calle Alfonso XII. Ninguna de estas y otras terminaron de convencer a los hermanos mayores. Eso sí, se comprometieron a analizarlas sin fijarse una fecha para el próximo encuentro. El límite está en el cabildo de toma de horas del domingo 15 de marzo.
En declaraciones al programa El Llamador de Canal Sur Radio, Bourrellier destacó el «buen ambiente» y la «muy buena voluntad» de las hermandades. «He notado un ambiente magnífico y la impresión que saco es que posiblemente en breve podamos llegar a algún tipo de acuerdo para este mismo año», se mostró muy esperanzador el máximo responsable de la institución cofradiera en Sevilla.
Mientras llega un posible acuerdo que acabe con los problemas de la Madrugá, la hermandad del Silencio va a mover ficha en unos días como muestra de su buena disposición. Realizará un ensayo con los pasos el próximo lunes para ver si es materialmente posible su discurrir por el entorno de San Andrés y el rodeo del Corte Inglés por donde el Plan B del Consejo les sitúa para regresar a casa. La hermandad confirmaba ayer a este periódico que este ensayo será «el próximo lunes» al tiempo que subrayó que no es un camino que le agrade demasiado.
Los puntos fuertes de este ensayo estarían en el entorno de la iglesia de San Andrés por donde tiraría desde la calle Orfila para salir a Amor de Dios y San Miguel. «Nos preocupa mucho la estrechez de la zona de la iglesia a la altura la calle Daoiz», apuntaron desde la corporación del Silencio. Por ello medirán cada paso que den con el palio montado.
El plan alternativo de Bourrellier o Plan B es una mezcla de las tres soluciones refundidas en una. La clave de bóveda del posible acuerdo reside en el adelanto de la salida del Calvario y su llegada a Campana por la zona de Bailén, plaza del Museo y Alfonso XII, lo que obligaría al Silencio a su regreso a rodear El Corte Inglés por Santa Vicenta María para colocarse a la estela de la cofradía de la Magdalena. La Esperanza de Triana, sin El Calvario por delante, dejaría expedito el cruce de Zaragoza con el Gran Poder, obligándose además a entrar a la Campana por Murillo, Rioja y Tetuán, después de rodear la plaza de la Magdalena. El Gran Poder, cofradía históricamente sacrificada desde el colapso de 1966, no vería retocado su itinerario. La Macarena discurriría por Puente y Pellón (aunque existe la variante de que mantenga su recorrido por Cuna), mientras que a Los Gitanos se les pide que adopten el nuevo itinerario de ida del Valle y asuman la media hora que crece el día por detrás.
