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El Silencio y la Quinta Angustia acatan la orden de admitir mujeres

el 02 feb 2011 / 16:44 h.

La Hermandad del Silencio ha asegurado que va a acatar el decreto del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que obliga a las hermandades a permitir la salida de nazarenas y ha anunciado lo incluirá también en la actuación de sus reglas.

El hermano mayor de El Silencio, Alberto Ybarra, ha explicado a Europa Press se trata de un decreto "de obligado cumplimiento" que será acatado, por tanto, como "una regla más" de la hermandad. "Estamos supeditados a las autoridades eclesiásticas y se acatará", añade.

No obstante, asegura que la hermandad ya había iniciado un proceso de reforma de sus reglas en el que estaba previsto incluir este asunto, pero aclara que "eso va por otro lado y sigue otros tiempos, durante todo el año 2011".

En este sentido, ha precisado que la "adecuación y actualización" de las normas de la hermandad tienen que pasar primero por una comisión de Reglas y aprobarse posteriormente en un cabildo general, por lo que "en dos meses no se puede reformar una regla".

Asimismo, ha admitido que no se había planteado antes en el seno de la hermandad el debate sobre la igualdad de género porque no existe la misma intensidad en la reivindicación por parte de las hermanas que en otras hermandades. "Yo he hablado con algunas y sí tenían intención de salir, pero tampoco excesiva", apunta.

De igual forma, el hermano mayor de La Quinta Angustia, Manuel Losada, donde al igual que en El Silencio y en El Santo Entierro aún no había autorizado la salida de mujeres nazarenas, ha anunciado igualmente este miércoles que el decreto "se va a acatar como no puede ser de otra manera". Además, según ha concretado a Europa Press, no iniciarán un proceso de reforma de sus reglas para incluir este aspecto porque "con el decreto no hace falta".

En un decreto que entrará en vigor el próximo día 2 de marzo, monseñor Asenjo ha determinado la "plena igualdad de derechos" entre los miembros de las hermandades de Sevilla con el fin de que no "sea posible discriminación alguna en razón al sexo, incluida la participación en la estación de penitencia como acto de culto externo".

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