La primera en jugar, como casi siempre durante este torneo, fue la danesa Anne Jensen, que se enfrentaba a su compatriota Mette Poulsen. La jugadora del Soderinsa, que en la previa había manifestado su superioridad respecto a su rival, cumplió sus pronósticos y se impuso en dos sets por 21-12 y 21-11. Era el único punto, a priori claro para los rinconeros que afrontaban, tras él, su auténtica reválida por acceder a la lucha por las medallas.
Llegaba el turno de Ernesto Velázquez, cuyo triunfo era vital para que los sevillanos no despertaran del sueño. En el primer set, el roteño se fajó y ganó por 21-18, demostrando mayor frescura que su rival a pesar de tener más partidos en las piernas. En el segundo, con 13-9 para el español, un parcial de 0-8 le dejó sin opciones, ante la calidad del danés. En el tercero, Velázquez se desfondó y acabó cediendo la contienda por un escandaloso 9-21, dilapidando buena parte de las esperanzas que tenía depositadas en el envite su equipo.
Los dobles femeninos presagiaban el desenlace final. Una dupla sin experiencia previa, formada por Anne Jensen y Meisy Jolly Lee se veía las caras con las curtidas Nadiezda Zieba y Britta Andersen. Las danesas no tuvieron piedad de las jugadoras del Soderinsa y les ganaron por 8-21 y 11-21.
Los dobles masculinos -vencer en los mixtos era impensable- era la última bala en la recámara del cuadro rinconero. Ernesto Velázquez y Stenny Kusuma, fundidos por el esfuerzo de las jornadas precedentes, se veían las caras con dos jugadores más descansados y conjuntados, como eran el verdugo del roteño en el individual, Hans Kristian Vittinghus y el sueco Mattias Borg. En el primer set, los rinconeros estuvieron a buen nivel, pero la suerte les volvió la espalda y, tras tres volantes de set a favor, acabaron cediendo la primera manga por 22-24. En el segundo, las cosas no marcharon para los pupilos de Antonio Molina, y la derrota por 12-21 dejó el duelo visto para sentencia, salvo milagro en los dobles mixtos, que no se produjo. El campeón de Europa de la modalidad, el polaco Robert Mateusiak, junto con Nadiezda Zieba, ganaban 1-11 en el primer set cuando Juan Manuel Fernández Quiles tuvo que retirarse con problemas en el cuádriceps de su pierna derecha, lo que les hizo perder poniendo el 1-4 definitivo, que hacía estéril la participación de Stenny Kusuma y Laura Molina en los últimos individuales.
Con este resultado, el Soderinsa se vuelve a casa en cuartos de final, tras un torneo marcado por el excesivo cansancio de los de Antonio Molina y los problemas del técnico para rotar con garantías. Molina declaró "estar satisfecho por el esfuerzo de sus jugadores, que lo han dado todo en cada partido", si bien reconoció que "la acumulación de encuentros en las mismas piernas y la lesión de Rafael Fernández, que ha impedido que pudiéramos rotar lo convenido, han sido determinantes". Por último, Molina lamentó la mala suerte en el sorteo.
"El cruce nos emparejaba en cuartos con Rusia o Dinamarca, posiblemente los dos mejores equipos presentes en este Campeonato".
