Juan Márquez, el exdirector general de Trabajo que sucedió a Francisco Javier Guerrero, el principal imputado en la investigación por las irregularidades en los expedientes de regulación de empleo (ERE), en el cargo se ha acogido a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil que le habían citado hoy como imputado.
Según informó su abogado a ElCorreroweb, Manuel Pérez Cuajares, Márquez ha negado a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), que lleva la investigación del caso, los hechos que la jueza Mercedes Alaya le imputó en un auto del pasado mes de enero. Tras hacer constar su negativa, el exalto cargo se ha acogido a su derecho a no declarar, esgrimiendo que lo hará ante la magistrada cuando tenga un conocimiento más exhaustivo" , ya que la causa consta de 17.000 folios con numerosos documentos "que hay que revisar".
El exdirector general, que llegó al cuartel de Eritaña sobre las nueve de la mañana, salía poco después de las instalaciones acompañado de su letrado.
Alaya imputó a Marquéz el pasado mes de enero en el mismo auto en el que también implicó al actual director general de Trabajo, Daniel Rivera. Según la titular del Juzgado de Instrucción número 6, Márquez firmó la póliza del ERE de Calderinox, en el que se ha detectado dos intrusos, uno de los cuales es el exdelegado provincial de Empleo Juan Rodríguez Cordobés. Asimismo, el exalto cargo ordenó los pagos de las pólizas del ERE de Surcolor y el de Aglomerados Morell, en los que aparecieron dos intrusos respectivamente.
Alaya concluye que "al igual que Guerrero" Márquez ordenó los pagos "con total ausencia de procedimiento". Además, le responsabiliza una serie de pagos cruzados para el expediente del restaurante sevillano Río Grande, que finalmente fue financiado por completo por la Junta, pese a que la empresa tenía solvencia para pagarlo. Unos hechos que el exdirector general ha negado hoy.
Márquez sustituyó a Guerrero en el cargo entre abril de 2008 y abril de 2010, momento en el que es sustituido por Rivera. Su citación se ha producido días después de que Guerrero declarara ante la juez, previamente lo había hecho en dos ocasiones ante la Guardia Civil, tras lo que fue enviado a prisión imputado por seis delitos.
