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'El suelo tembló y me estampé con la nariz'

Es el testimonio de una de las víctimas de los episodios de violencia e histeria colectiva vividos esta Madrugá, sobre la que sobrevoló el fantasma de las carreritas del año 2000. En las inmediaciones del templo de Los Gitanos una pelea desata un conato de avalancha en la bulla agolpada en la salida de los primeros nazarenos.

el 16 sep 2009 / 01:17 h.

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Es el testimonio de una de las víctimas de los episodios de violencia e histeria colectiva vividos esta Madrugá, sobre la que sobrevoló el fantasma de las carreritas del año 2000. En las inmediaciones del templo de Los Gitanos una pelea desata un conato de avalancha en la bulla agolpada en la salida de los primeros nazarenos: "Sentí el suelo temblar y todo el mundo salió corriendo.Empecé a correr, tropecé y me estampé con la nariz en el suelo", relata María del Pilar Barranquero, nazarena del palio que, antes de enfundarse el antifaz, tuvo que abandonar la cofradía ensangrentada y magullada por la caída. Era la primera vez, desde que pueden salir las hermanas (año 2002), que no pudo realizar su estación de penitencia: "Del hospital -confiesa- nos fuimos a casa".

No quiere mostrar su rostro porque, dice, parece "un monstruo". A sus 63 años acaba de vivir una Madrugá que le ha dejado secuelas más allá de los ampollas en los pies por las horas de caminata. María del Pilar se disponía a acompañar a la Virgen de las Angustias, con el capirote en una mano y el cirio en la otra, aguardaba su turno de salida en el corralito habilitado en el lateral del templo para los tramos del palio. El suyo era el sexto, el penúltimo del cortejo de la Virgen. Pasaban las tres de la mañana cuando cuenta que en la esquina que da a la avenida de María Auxiliadora se produjo "una pelea con navaja entre jóvenes canis que estaban de botellona y que nada tienen que ver con la hermandad". "Tiraron la valla, que era insuficiente, ante la avalancha que se nos venía encima en cuestión de segundos", prosigue el relato su hijo, Manuel Castillo, que también iba de nazareno y asistió atónito a la escena dantesca.

Aseguran que se escuchó el mismo temblor que en el año 2000 cuando la gente cruzaba la plaza y los nazarenos del palio corrían en dirección a la explanada contigua al templo, antes solar destinado a aparcamiento. "El nazareno que iba delante me gritó: ¡Corre! Eché a correr, me tropecé con otros nazarenos que había en el suelo y me di con la cara en el suelo, partiéndome la nariz e hiriéndome el codo en el aterrizaje", detalla María del Pilar, que en seguida fue llevada al interior del templo, desde donde llamaron al 112. Acompañada por su hijo y con la túnica ensangrentada por la aparatosa caída, cruzaron los Jardines del Valle para salir a la avenida de María Auxiliadora, desde donde una ambulancia la trasladó a un centro hospitalario. Allí recibió un punto en el codo y le curaron la herida de la nariz. "Después de una Madrugá de radiografía y hospital nos vinimos a casa. Mi madre no estaba en condiciones de hacer estación", lamenta esta familia.

María del Pilar critica la falta de vigilancia policial en la zona ante la proliferación de botellonas:"Hemos pedido una reunión con la junta de gobierno para que se tomen medidas que eviten nuevas situaciones de avalancha". Aseguran que, al menos, otros dos nazarenos se vieron afectados en estas carreritas: "A uno se le clavó la valla en el pie y otro chocó con el carro de los cirios". Éstos sí pudieron salir. La junta de Juan Miguel Ortega Ezpeleta se reunió anoche en cabildo de oficiales:"Pediremos explicaciones al Cecop por lo sucedido. Nos sentimos indefensos".

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