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El Supermartes menos decisivo deja en empate el duelo Obama-Clinton

El Supermartes, la fecha más decisiva de las primarias de EEUU, sólo sirvió para constatar que el duelo Obama-Clinton se resolverá por un puñado de votos. Sólo cien delegados separan a los aspirantes demócratas después de un día en el que Hillary ganó en enclaves importantes como California, pero que Obama se impuso en más estados.

el 14 sep 2009 / 23:46 h.

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El Supermartes, la fecha más decisiva de las primarias de EEUU, sólo sirvió para constatar que el duelo Obama-Clinton se resolverá por un puñado de votos. Sólo cien delegados separan a los aspirantes demócratas después de un día en el que Hillary ganó en enclaves importantes como California, pero que Obama se impuso en más estados.

Después de tantos sondeos y estimaciones de voto, el decisivo Supermartes quedó, al menos entre los demócratas, en unas sorprendentes y a la vez esperadas tablas. Un empate técnico que sólo deja claro que Hillary Clinton y Barack Obama seguirán luchando por convertirse en el candidato demócrata a la presidencia de EEUU. Ambos se repartieron estados, colectivos, delegados, para llegar a un ajustadísimo final de una jornada en la que se repartían la mitad de los delegados, gracias al voto de 24 estados.

Obama, que hace un mes no contaba apenas en las encuestas, se llevó más estados que su rival -13 frente a ocho-, pero Clinton se impuso en los más decisivos, es decir, aquellos en los que se repartían más delegados: California, Nueva York y Nueva Yersey. Los triunfos en estos grandes estados permitieron que la ex primera dama arañar 20 delegados más que su rival, con lo que mantiene una ligera ventaja en en el reparto total, que apenas alcanza el centenar de delegados (845 frente a 765).

Pero también relanzó las opciones de Obama, que no está para nada acabado. Y es que, hay que recordar que el complejo sistema de las primarias establece que, para ser candidato demócrata, es necesario obtener 2.025 delegados, algo que ambos contendientes están, por ahora, lejos de obtener y que puede dejar el desenlace final en las últimas primarias demócratas, allá por el mes de junio.

Si se confirman los datos oficiales, que dan esa ligera ventaja a Clinton, California se convertiría en clave. En este estado, donde el voto hispano fue decisivo, concedió un apoyo abrumador a la senadora por Nueva York. Hillary obtuvo un 53% frente al 37%, lo que supone una auténtica paliza en un lugar en el que se reparte una parte importante del pastel (441 delegados).

Además de California, Clinton demostró su fortaleza en la zona este de EEUU, especialmente en Nueva Jersey y Nueva York, otros dos estados claves donde hizo valer los dos mandatos que ejerció como senadora.

Sólo sufrió el pequeño traspiés de perder en un estado vecino de Nueva York como Connecticut. No obstante, se resarció en Massachusetts, el estado feudo del clan Kennedy, que recientemente dio su apoyo a su rival. Precisamente, la campaña de Clinton celebró esta última victoria como "la sorpresa de la noche", pues demuestra su "fortaleza en lugares donde se suponía que Obama debía ganar". La senadora venció además en estados sureños como Arizona, Tennessee, Oklahoma y Arkansas, donde ejerció de primera dama en el mandato de Bill Clinton como gobernador.

Barack Obama, por su parte, logró la esperada victoria en el estado que ha estado representando en el Senado, Illinois, y que supone además el tercero en importancia en número de delegados, tras California y Nueva York. El senador afroamericano también ganó en Alaska, Colorado, Delaware, Dakota del Norte, Idaho, Kansas, Minesota, Misuri y Utah, así como Georgia y Alabama, dos estados sureños con mucha población negra.

Voto polarizado. La igualdad en el duelo Obama-Clinton se empieza a convertir en un problema para los democrátas, sobre todo al ver que los republicanos ya tienen un candidato definido en la figura del senador John McCain.

En cambio, los analistas coinciden en que los dos candidatos, un afroamericano y una mujer, están polarizando el voto demócrata con criterios raciales y de género, algo que nunca antes había sido tan claro en una campaña. Obama tiene una fuerte ascendencia entre los negros, que lo votan en un 80%, mientras que Clinton cuenta con el 70% apoyo de la comunidad hispana. Prueba de ello fue la victoria de la senadora en California, donde habitan alrededor de 13 millones de hispanos.

Clinton celebró su ligera victoria en la Gran Manzana. Junto a su esposo, el ex presidente Bill Clinton, y su hija Chelsea, y rodeada por una marea de carteles azules con su nombre, subrayó que su victoria en Nueva York constata que los demócrata quieren a un "presidente preparado desde el primer día" de su mandato. "Ésta es la noche de Estados Unidos", remarcó la senadora en medio del júbilo que se fue apaciguando con el paso de las horas y el lento recuento de votos demócrata.

Mientras, el senador por Illinois, Barack Obama, que ganó en 13 estados, dijo en Chicago que llevará el cambio a Washington. "Nuestra hora ha llegado, este movimiento es real y el cambio llega a Estados Unidos", dijo Obama, que reiteró su mensaje de conciliación nacional para superar las diferencias por raza o sexo. Además, tuvo palabras respetuosas hacia Clinton. "Era amiga mía antes de esta campaña y lo será cuando termine", remarcó.

No obstante, todavía quedan más o menos la mitad de delegados por asignar en las primarias que todavía quedan por celebrar antes de la convención demócrata de Detroit en verano.

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