El Tribunal Supremo (TS) estudiará mañana martes el recurso interpuesto por Jaime Giménez Arbe, "El Solitario", contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra que en su primer juicio en España le condenó a 47 años de cárcel por el asesinato de dos guardias civiles en 2004.
La Sala de lo Penal del TS deliberará en una vista pública, fijada para las 11.00 horas, sobre los argumentos del recurso presentado por el abogado de "El Solitario", Marcos García Montes, que considera que durante el juicio se cometió un "error en la apreciación de la prueba".
El recurso que García-Montes planteó ante el Supremo alega que "la única testigo" que reconoció "sin dudas" a Giménez Arbe durante el juicio manifestó que lo hizo después de ver su cara en televisión tras su detención en Portugal el 23 de julio de 2007 y que además le vio horas más tarde de los hechos en un lugar muy distante de donde ocurrieron.
Además, argumenta que los registros efectuados en las localidades madrileñas de Majadahonda y Pinto de la vivienda y la nave propiedad de la madre y la esposa del condenado se realizaron sin presencia de sus titulares, con lo que procedería su "nulidad", como también la pide respecto de la prueba del arma.
Según explicó García Montes al anunciar la presentación del recurso, el arma fue entregada por la Policía portuguesa a la española "sin documento alguno que acredite que se encontraba en el Tribunal de Coimbra (Portugal)".
El pasado mes de julio la Audiencia de Navarra condenó a 47 años de cárcel a "El Solitario" por el asesinato, el 9 de junio de 2004 en la localidad navarra de Castejón, de los guardias civiles Juan Antonio Palmero Benítez y José Antonio Vidal Fernández.
La sentencia consideró probado que Giménez Arbe disparó a los agentes desde su vehículo, con alevosía y "de forma sorpresiva", 21 proyectiles de un subfusil "M3" de fabricación americana, cuando los guardias civiles le perseguían por haber cometido una irregularidad en la conducción, y sin que éstos tuvieran "posibilidad de defensa".
"El Solitario", que fue detenido en Portugal el 23 de julio de 2007, fue condenado a veinte años de prisión por cada uno de los asesinatos y a siete años de cárcel por el delito de tenencia de armas de guerra.
También se le condenó al pago de dos indemnizaciones de 95.000 euros a los padres de los agentes y de 48.000 euros para la novia de Juan Antonio Palmero, con la que tenía previsto casarse, así como de 24.285 euros al Estado por los daños que sufrió el coche patrulla.
