Barrios como el Tardón, donde el jueves murió calcinada una mujer en su vivienda, el Parque Amate y Bami son, a juicio de los Bomberos, los núcleos residenciales que por su fisonomía o por la aglomeración de vehículos mal aparcados presentan mayores problemas de accesibilidad para los equipos de emergencia.
Los problemas de accesibilidad a que se enfrentaron los Bomberos para sofocar el incendio del pasado miércoles en la plaza Virgen de los Dolores del barrio del Tardón no son, desgraciadamente, un caso aislado en Sevilla. A diario, los equipos de extinción de incendios han de sortear en su trabajo contra el reloj múltiples dificultades para llegar a la zona del siniestro, no ya por la propia fisonomía de la ciudad y, especialmente, de su casco histórico, sino por otras circunstancias añadidas, como es el caso de la aglomeración de vehículos en doble fila, mal estacionados o taponando alguna salida de emergencia.
El piso siniestrado el pasado jueves en el barrio del Tardón formaba parte de un núcleo residencial privado, rodeado de jardines acotados y zonas peatonales, de muy difícil acceso en casos de emergencia. Para llegar al lugar del siniestro, los Bomberos tuvieron que derribar incluso una valla de obra que permanecía cortando la comunicación con la calle Papa Juan Pablo I, a pesar de que las obras de reurbanización acometidas en este núcleo residencial habían terminado hace meses. Los vecinos de la fallecida se lamentaban de la inexistencia de un acceso para los Bomberos al interior de la plaza de la Virgen de los Dolores, a pesar de que los pisos datan de 1975. La comunidad, de hecho, intentó sin éxito hace unos años habilitar un acceso para los servicios de emergencia, e incluso se buscó un arquitecto para que redactara un proyecto, pero la negativa de algunos vecinos a pagar la cuota de 35 euros que suponía la obra abortó la operación.
El secretario general del Sindicato Profesional de Bomberos de Sevilla, Juan Carlos Bernabé, señalaba ayer como un problema "bastante generalizado" en Sevilla el que "las comunidades de vecinos tiendan a vallar plazas y otros recintos, en teoría privados, sin contar o no con licencia urbanística y sin la oportuna inspección de Bomberos para garantizar la accesibilidad de los equipos de emergencia".
Denuncia el sindicato que algunas comunidades vecinales blindan con rejas y vallas sus núcleos residenciales para mantener alejados a ladrones y vándalos, "sin tener en cuenta que se convierten en ratoneras". En este sentido, apunta Bernabé, "queda mucho trabajo por hacer" y alienta al Ayuntamiento de Sevilla a "tutelar" este proceso, multiplicando las inspecciones.
Las dificultades de acceso causadas por las barreras arquitectónicas o por el estacionamiento de coches en doble fila, según el secretario general del SPB, se "agravan bastante más en algunos barrios", lo que unido a multiplicación de las obras, convierten a estas zonas en un "cóctel explosivo". Salvados los problemas que acuciaban al casco antiguo, entre los barrios con mayores dificultades de accesibilidad para los servicios de emergencia se encuentran ahora el Tardón, Bami y el parque Amate.