Javier Delgado, el hermano del autor confeso del crimen de Marta del Castillo, volvió a León XIII sobre las 0.30 horas del 25 de enero de 2009 con una bolsa en la que portaba "botellas de plástico" llenas de líquido, según la declaración del taxista que le llevó hasta el piso. Alguno de los detalles que relata, como la ropa que portaba, han sido corroborados por un amigo de Javier. El tribunal decidirá el lunes si acepta la declaración de este testigo y de tres personas más que confirmarían su testimonio.
El taxista , identificado como F.J.A.B., relata en su declaración, a la que tuvo acceso este periódico, que cuando recogió al hermano de Miguel Carcaño en Luis Montoto "llevaba una bolsa de plástico de color blanca anudada con dos nudos". Cuando entró en el vehículo "la colocó en el suelo del taxi y recuerda que en una curva que dio para coger las calle León XIII, la bolsa se volcó y sintió que lo llevaba en el interior fuera líquido con botellas de plástico".
Javier está acusado de encubrimiento, pues el fiscal considera que ayudó a su hermano a deshacerse del cuerpo de Marta y a limpiar la escena del crimen. En el juicio varios testigos dijeron que la madrugada del crimen el piso "olía a limpio". Además, la Policía constató la habitación fue limpiada con "lejía amoniacal", extremo que reconoció Carcaño. Sin embargo, él niega que fuera su hermano el que le ayudara.
Sobre la descripción , el taxista asegura que "iba vestido de negro, con una cazadora con bolsillos, recuerda que dos ellos estaban en el pecho, porque el dinero se lo sacó del bolsillo izquierdo del pecho". Además, explica que "tenía el pelo corto, algo canoso y barba de varios días [en el juicio Javier dijo que esa tarde se afeitó antes de salir del piso] y recuerda que en el lado izquierdo de la cara tenía una especie de mancha, verruga o lunar visible". El testigo también se fijó en sus manos y vio que en una llevaba "una pulsera de cuero y en la otra un reloj o una esclava de plateada". Por último, "recuerda que tenía una mirada profunda", que "permaneció con las manos entrelazadas entre las dos piernas durante el trayecto", así como que su voz era "algo ronca" con "algo peculiar".
Tras estas manifestaciones la Policía le mostró fotografías de cuatro individuos diferentes, uno con el aspecto más similar al que lucía Javier y otros dos más parecidos a su imagen de ahora con el pelo más largo y teñido, reconociendo "sin ningún género de dudas", según consta en el acta policial, a Javier. Además, los agentes también han vuelto a tomar declaración a Juan Antonio Barranco, un amigo de Javier que solía hacerle el turno en el bar a Javier, que asegura que su amigo "vestía siempre de negro o colores oscuros" y que recuerda que "las cazadoras que tenía eran de color negro, una de ellas estrechita y con dos bolsillos en el pecho" y que él se la mostró "cuando se la compró porque le gustaba mucho". Además, dijo que "que se cortaba el pelo cada quince días, lo llevaba siempre rapado, al uno" y que "no solía afeitarse todos los días".
La Policía también le ha tomado declaración a la mujer del taxista, que corroboró que su marido le "comentó que había hecho un servicio a León XIII" cuando vio las imágenes del portal y que desde entonces identificó a "uno de los detenidos" con el "cliente que llevó". Sin embargo, no acudió a contarlo a la Policía porque ella le "influyó, pues le decía que la Policía los había detenido sería suficiente". Los agentes también han tomado declaración al dueño de un local de kebabs de la Macarena, donde el taxista asegura que compró antes de marcharse a su casa. El testigo dice que como llamó a su mujer antes de ir y que llegó al comercio "sobre la una y estaba a punto de cerrar". Justo a esa hora es la que el propietario ha señalado como hora de cierre. Además, de estos datos el testigo recuerda que ante el piso de León XIII había un vehículo aparcado en "doble fila", aunque no da detalles del mismo.
El fiscal ante estas "declaraciones inesperadas" solicitó la declaración del taxista y su mujer; mientras que el abogado de la familia se adhirió a la petición, solicitando que también se cite al amigo de Javier y al dueño del local de los kebab. Las defensas se opusieron por lo "extemporánea" de la declaración, salvo la letrada de Carcaño.
