Las épocas de crisis nunca han sido buenas para las propuestas arriesgadas. Y no es que el Teatro Central se amilane y eche el freno a su compromiso con la vanguardia, pero sí ha decidido apostar por los valores seguros de la casa con una temporada en la que repiten buena parte de las compañías y artistas que han convertido a este coliseo en el epicentro del teatro moderno y la experimentación en Andalucía.
Un primer vistazo al nuevo programa -cuya presentación oficial es aún inédita- sorprende por el renovado protagonismo que el rock tomará con conciertos de Pony Bravo, Delorean y Micah P. Hinson, entre otros.
En cuanto a los ciclos musicales, no faltarán los de Jazz en noviembre, Flamenco viene del Sur y Música Contemporánea, todos ellos, como es marca de la casa, sin programación asignada todavía.
Sí que está cerrada al detalle la nómina de compañías que transitarán el escenario de la Cartuja. Abrirán fuego los bien conocidos Les ballets c de la b (29 y 30 de octubre) con una multipremiada obra en el Festival de Avignon.
Noviembre comenzará en clave de humor con Sin ánimo de pulcro y su montaje Amores rodados (del 3 al 7) y seguirá con La función por hacer (12 y 13) -definido como espectáculo revelación de 2010-, Teatro de la Abadía, que presentará Fin de partida (19 y 20) y el bailarín Rachid Ouramdane con la ambiciosa obra multidisciplinar Des témoins ordinaires (27 y 28).
El Teatre Romea se dejará ver nuevamente con un trabajo de peso, Almuerzo en la casa de los Wittgenstein (3 y 4), que se medirá una semana después con Queipo, el sueño de un general, de La Fundición (9 a 12). Toneelhuis y La Tarasca completarán la oferta en diciembre.
2011 arrancará en el Central de la mano del baile contemporáneo de Louise Lecavalier, y seguirá con los Días estupendos del Centro Dramático Nacional y la guasa de Producciones Imperdibles en Los 7 peca2 capitales.
Australian Dance Theater, Teatro Español y Laví e Bel serán algunas de las compañías que desfilarán en el intenso mes de febrero, que finalizará con un llamativo e inquietante montaje robótico de la Compañía 111, Sans objet.
Uno de los más polémicos francotiradores de las artes escénicas, Jan Fabre, repite por segundo año consecutivo en el Central. Tras su barbitúrica Orgía de la tolerancia, en marzo estrenará Prometeo-Paisaje II, de la que nada se sabe por ahora.
También vuelven los muy surrealistas bailarines de la Needcompany y los gimnásticos miembros de Akram Khan.
El Teatre Lliure, con La gata en el tejado de zinc caliente, Germán Jáuregui y María Sarmiento, con el espectáculo fuera de abono Fuegos fatuos, serán otros de los nombres que dejen ver sus propuestas, nada ortodoxas, esta temporada.
Y allá por mayo, casi coronando la temporada, otros pesos pesados del teatro comprometido: Animalario con su obra Penumbra.
