La primera piedra se puso el pasado viernes, pero para la última no hay fecha. El proyecto para levantar un complejo cultural en Triana, formado por un auditorio y dos escuelas –una de danza, a cargo de Matilde Coral, y otra de artes escénicas, para la compañía Viento Sur– comenzará a ser una realidad esta semana. Las excavadoras ya están en la zona conocida como el Campo del Huevo y comenzarán en breve los trabajos. De momento, los promotores de esta ambiciosa iniciativa sólo cuentan con dinero para una primera fase, que esperan terminar este otoño. Para el resto, el futuro es incierto.Maite Lozano, cofundadora de Viento Sur, explicó ayer a este periódico que se han visto obligados a dividir el proyecto original para ir ejecutándolo por fases. La primera, la que se va a comenzar a edificar ya, sólo incluiría los cimientos de una de las dos escuelas, la de teatro, y una primera planta, que albergaría aulas y una pequeña sala de exhibición, con capacidad para cien personas.
“No tenemos para más. El proyecto completo tiene un presupuesto de dos millones, pero no llegamos”, relataba Lozano, que quiere empezar a programar actividades en su sala en noviembre.
El Ministerio de Cultura concedió hace varios años una subvención de 400.000 euros para este complejo, una ayuda que tendrían que devolver si no arrancan ya las obras, puesto que en junio deben justificar el gasto del dinero. Una vez pagado el proyecto al arquitecto Manuel Rojo y los gastos derivados de licencias e impuestos, de esos 400.000 euros quedan 125.000. También el Ayuntamiento les concedió una ayuda de 38.000 euros, además de la cesión por 50 años de una parcela de suelo en el barrio del Tardón. A este dinero, Viento Sur incorporará otros 300.000 euros de un préstamo personal que han solicitado a un banco. El total les permitirá abrir este otoño la primera fase. Pero no es suficiente.
Este primer edificio debería tener además con una segunda planta, que acogería más clases, una videoteca y una biblioteca especializada en teatro, sin contar con la escuela de Matilde Coral –también de dos pisos– y el auditorio que uniría ambos centros formativos, un inmueble que aunque en principio se concibió como un gran teatro, finalmente se quedará en un espacio para la exhibición al aire libre con capacidad para cubrirse. Esto se debe a que el anterior Consistorio no tuvo en cuenta que debajo del suelo cedido hay una gran conducción de Emasesa, además de la futura red de metro, lo que imposibilita cimentar en la zona.
“Hemos tenido mala suerte hasta ahora, y nos ha cogido la crisis, pero llegados aquí sólo podíamos hacer dos cosas, o devolvíamos al ministerio 400.000 euros o pedíamos 300.000 al banco y echábamos a andar con este sueño, en el que llevamos cuatro años trabajando”, asegura Maite Lozano, que dice no tener miedo al futuro porque “confío en Sevilla”. De hecho, Viento Sur ha iniciado una cuestación popular para recaudar fondos. El proyecto esperanza pone vende ladrillos a diez euros, a cambio de descuentos en el futuro teatro. Por su parte, desde la escuela de Matilde Coral también confían en poder llevar a cabo su centro, aunque piden más ayuda a las administraciones, porque no tienen capacidad de endeudamiento y, además, en 46 años deberán devolver el suelo y el edificio al Consistorio. En este punto, tanto Viento Sur como la maestra de la escuela sevillana insistieron en que la Junta de Andalucía debe entrar en esta iniciativa. La Consejería de Cultura comprometió su apoyo, siendo su titular Rosa Torres, si bien nunca llegó a materializarlo.
“Sé que estamos en crisis, pero deben apoyar esta iniciativa para Sevilla y Triana. El ministerio nos ha dicho que en 2013 quizá vuelvan las ayudas a teatros en construcción, y podamos acogernos a ellas, pero la Junta debe recuperar sus subvenciones a los teatros. Yo confío en que el nuevo Gobierno andaluz y la consejera de Presidencia, Susana Díaz, que es de Triana, sean sensibles a esta iniciativa y nos apoyen”, concluyó Lozano.