En 1964 fue declarado monumento histórico-artístico, en 2004 el Ayuntamiento certificó su estado ruinoso y, a día de hoy, sigue cada vez más degradado y sitiado por las nuevas infraestructuras de la zona . El templete de San Onofre de San Jerónimo, posiblemente del siglo XV, a pesar de ser uno de los dos únicos humilladeros que sobreviven en la ciudad (el otro es el de la Cruz del Campo), sigue estando en un estado pésimo de conservación. Los jaramagos secos han tomado su cubierta y las grietas asuman de forma alarmante.
Sin embargo, ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento tienen planes para poner fin a una larga agonía, pese a que desde hace años diversas asociaciones -la Asociación de vecinos El Empalme de San Jerónimo, Ben Baso y Adepa- vienen denunciando públicamente la degradación de este monumento. En un cajón siguen los proyectos para restaurarlo o para trasladarlo piedra a piedra a otro lugar. Hace años se planteó llevarlo a la plaza del Arcoiris, pero su alto coste paralizó el proyecto, y después, los vecinos propusieron que se ubicase en el entorno del monasterio de San Jerónimo. Nunca hubo respuesta.
Lo cierto es que el coqueto templete es casi invisible al estar encajonado. La vía del tren, la ronda Súper Norte, el cauce del Tamarguillo y la antigua carretera a Cazalla hacen que no sea accesible y que sufra contaminación y vibraciones por el paso del tren. Además, las nuevas obras para la puesta en servicio del Cercanías Santa Justa-Cartuja, con una estación muy cerca del templete, han dificultado aún más su acceso. Los vecinos incluso denuncian que su ubicación hace que muchas personas mayores se jueguen la vida para llegar hasta la figura del Sagrado Corazón, el llamado Santo Negro por su color, una pieza que no tiene valor patrimonial pero sí religioso y emocional para muchos vecinos. Por eso advierten de que su traslado es una necesidad.
Joaquín Egea, portavoz de la asociación conservacionista Adepa, advirtió ayer de que hay un "serio peligro de derrumbe" y que su traslado no es tan caro como parece. "El abandono es total -añadió Egea-, está a punto de caerse y este templete gótico es incluso más antiguo que el de la Cruz del Campo. Ni la Junta ni el Ayuntamiento le echan cuenta, no hay manera y pasará como en el cuento del lobo, cuando se caiga diremos que ya lo habíamos avisado".