El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Utrera, Paulino Montiel, dio ayer a conocer las actuaciones que se han llevado a cabo en el municipio durante los días en que éste permaneció en alerta naranja por lluvias, desde las 9.00 horas del día 8 de abril hasta las 0.00 del día 10.
Y es que se produjeron estados de pánicos, especialmente entre los vecinos de Coca de la Piñera, por el temor a un nuevo desbordamiento del arroyo Calzas Anchas.
Son destacables las más de 300 llamadas demandando información que se recibieron a través de la Policía Local y el Cecopal, además de las cientos de informaciones ofrecidas "sobre el terreno" por todos los trabajadores que participaron en este dispositivo. En palabras del delegado, "hay que entender que en esta ocasión la alerta por posibles lluvias haya tenido más trascendencia entre la población que en otros momentos, dada la situación vivida por nuestra ciudad con motivo de las inundaciones y el desbordamiento del arroyo Calzas Anchas, el pasado 21 de noviembre. De ahí el importante número de consultas y la vigilancia permanente del cauce del arroyo durante 24 horas".
En este sentido, Paulino Montiel hace un llamamiento a la ciudadanía e insiste en que, "en ningún momento se han vivido situaciones de riesgo para la población y siempre se ha facilitado a la ciudadanía la información de la que disponíamos en ese momento, porque para eso teníamos un importante dispositivo trabajando y contacto permanente con la Delegación del Gobierno, el 112 y los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir".
El concejal añade que la transparencia informativa del Ayuntamiento "ha sido absoluta, pero es fundamental que los ciudadanos no se dejen llevar por bulos y rumores infundados, que sólo sirven para intranquilizar aún más a la población, especialmente sensible después de las recientes inundaciones". Frente a eso, recomienda solicitar y atender las informaciones y recomendaciones de los profesionales de la seguridad y "confiar plenamente en el trabajo y la profesionalidad de éstos, que han demostrado en todo momento su solvencia".
parques cerrados. Con respecto a las actuaciones llevadas a cabo por los empleados de Parques y Jardines, con una dotación compuesta por 11 personas y 5 vehículos, se estuvieron desempeñando labores de control de crecida de los arroyos, supervisión de toda la arboleda, cortes de ramas peligrosas, retirada de árboles y ramas caídas. Se intervino en las zonas de Avenida de Portugal, Paseo Maestro Juan Guerrero, Parque de San Joaquín, recinto ferial, Camino de La Espiritista, barriada de Los Quintero, barriada Torre Cruz, Avenida María Auxiliadora, barriada El Junquillo y El Muro, así como en todos los parques de Utrera: Consolación, Cristo de los Afligidos, Los Remedios y La Vereda.
El día 10, se cerraron los parques por las importantes rachas de viento y, a pesar de que la alerta naranja se desactivó el día 10, se continuó trabajando dentro de un dispositivo especial hasta el día 11 para retirar el material que había quedado.
Por su parte, los 16 empleados y 8 vehículos pertenecientes a la Concejalía de Obras, realizaron un control permanente del arroyo Calzas Anchas y de las zonas que pudieran resultar conflictivas o susceptibles de padecer algún atasco o inundación, así como de las obras, alcantarillado, etc.
Para el concejal de Seguridad Ciudadana, "la localidad no sufrió prácticamente alteraciones, más que las propias de una lluvia que en algunos momentos fue más intensa de lo habitual, pero sin que se llegaran a registrar situaciones de gravedad".
