Las fuertes lluvias que están azotando a Andalucía en estos últimos días continúan sin dar tregua a las ocho provincias, pero han afectado especialmente a las regiones de Cádiz y Málaga.
La localidad gaditana de Jerez, en la que se activó el Plan Provincial de Inundaciones, se vio sorprendida en la noche del jueves por una tromba de agua "excepcional", como la calificaron el consejero de Gobernación, Luis Pizarro; la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar; y la alcaldesa del municipio, Pilar Sánchez.
El fuerte temporal provocó cortes en la circulación de los trenes entre Cádiz y Sevilla, desalojos de familias en varias zonas rurales del municipio y el cierre del aeropuerto jerezano donde la inundación del sótano de la terminal dañó algunos de los equipos eléctricos instalados en ella. Tuvieron que habilitarse líneas provisionales para permitir las comunicaciones de los servicios más esenciales, tales como la red informática, los circuitos de seguridad, los mostradores de facturación o el sistema de inspección de equipajes en bodega.
El campo de vuelo quedó lleno de barro y piedras, impracticable para maniobras de aterrizajes y despegues, mientras que las inmediaciones de la terminal se encontraban totalmente anegadas hasta el punto de que los pasajeros fueron evacuados. De los 24 vuelos que estaban programados, ocho fueron cancelados, aunque en la tarde de ayer el aeropuerto comenzó a recuperar su actividad.
Las consecuencias de las lluvias en la línea ferroviaria provocó que Renfe activara, desde primeras horas de la mañana, un plan alternativo de transporte para los trenes de media y larga distancia con origen o destino en Cádiz. En los enlaces ferroviarios a Sevilla, la línea que une Cádiz con la capital seguía inhabilitada al cierre de esta edición ya que el trazado se encontraba cubierto por el agua a la altura de la localidad de Lebrija. Esta incidencia afectó a diez trenes y a 1.300 viajeros, que tuvieron que completar sus trayectos en transportes alternativos.
Las comunicaciones por carretera también se vieron seriamente afectadas en el punto de la autopista AP-4, que permaneció cerrada en los dos sentidos desde las 23.00 horas del jueves y que hasta ayer por la tarde no se reabrió parcialmente al tráfico. El tramo entre los kilómetros 85 y 102 permaneció cortado mientras continuaban los trabajos para retirar el agua, el barro y las piedras de la calzada. Además, unas 30 carreteras de la red secundaria también se vieron afectadas. Los Bomberos tuvieron que rescatar a personas y vehículos de distintas calles, y otras en la sierra gaditana como en Jimena y Castellar de la Frontera.
En Jerez 22 familias fueron desalojadas de la zona rural, la mayor parte de ellas vecinas de El Portalillo, un núcleo situado en la zona inundada del Guadalete, cuya cuenca alcanzó una cota de 6,97 metros. Mientras tanto, en El Portal, una familia tuvo que ser rescatada en una lancha zodiac tras verse obligada a buscar refugio en el tejado de su casa. En Las Pachecas se desconocía el número de personas afectadas, aunque tres viviendas se encontraban incomunicadas como consecuencia del agua.
En Chiclana de la Frontera, los Bomberos tuvieron que rescatar a varias personas del interior de un coche que había quedado atrapado por el agua y en El Puerto de Santa María, varios vecinos fueron rescatados por la inundación de la estación de trenes de Cercanías.
Las fuertes lluvias obligaron al Gobierno andaluz a activar un dispositivo excepcional, con una comisión técnica de seguimiento formada tanto por personal de la Junta, como por los cuerpos de Seguridad del Estado y la Subdelegación del Gobierno. El puesto de mando avanzado estableció la base en Jerez de la Frontera, el municipio más castigado por la tormenta.
