J. Alonso
IU no decidirá hasta el primer semestre de 2010 su candidato para las elecciones municipales de Sevilla. Pero la batalla interna ya se ha abierto. Desde el PCA y las direcciones local, provincial y regional de IU se niega que haya un debate abierto, que haya habido votaciones o pulsos entre una u otra candidatura. Los movimientos son más sutiles. Porque en el caso de Antonio Rodrigo Torrijos lo que necesita es recabar el máximo número de apoyos entre las bases de IU.
Su inclusión en la lista electoral no sólo debe pasar por la asamblea local -controlada por su núcleo de confianza- y ser refrendada por las bases, sino que debe someterse a una votación específica. Lleva ya dos mandatos como cargo público, y los estatutos recogen claramente el principio de limitación de cargos. El mismo que sirvió al PC y a la CUT para quitar a Concha Caballero del Parlamento, y el mismo que cumplió estrictamente Paula Garvín cuando dejó del Consistorio. Esta exigencia tiene excepciones recogidas en el mismo artículo 16 del estatuto de IU -y ahí están figuras como Juan Manuel Sánchez Gordillo- y una regulación para llegar a ellas: debe contar con el respaldo "del 60% de los votos emitidos en su ámbito de elección".
Para ello Torrijos necesita apoyos. De las estructuras de la federación y de sus bases. En la organización le tienden la mano. El nuevo coordinador provincial de IU, Manuel Gutiérrez Arregui, expresó ayer a este periódico su postura contraria a una aplicación estricta de este articulado. "Debe ser simplemente orientativo", matizó. El coordinador regional, Diego Valderas, se expresó en términos similares: "Si logra el 60% se podrá presentar sin ningún tipo de problemas".
Pero quedan las bases, las asambleas. Y ahí su distanciamiento con Jon Ander Sánchez podía ser un obstáculo. El ya ex delegado de Economía y Empleo dirige la agrupación Sur y es miembro del Consejo Provincial desde el último proceso precongresual. No tiene un gran grupo a su alrededor, pero sí el suficiente peso específico como para que su postura pueda dificultar que Torrijos repita como candidato en la lista electoral. Los movimientos de Torrijos han existido, aunque no toda la reestructuración del Ayuntamiento responde a esta toma de posiciones y a la necesidad de reforzar sus apoyos. Ha habido cambios de todo tipo. Casi una veintena. Ha habido ceses, como el núcleo de confianza de Sánchez, pero también traslados y nombramientos para lanzar el Gobierno.
