Cultura

El Tesoro del Carambolo ya se expone en el Museo Arqueológico

El Museo Arqueológico ya muestra permanentemente el tesoro en una sala monográfica de diseño 'low cost'.

el 17 ene 2012 / 16:08 h.

El Tesoro del Carambolo se expone desde hoy en una sala permanente del Museo Arqueológico de Sevilla.

Los visitantes que acudan al Arqueológico de Sevilla ya no tendrán que conformarse con contemplar sólo una réplica del Tesoro del Carambolo, la pieza principal del museo y uno de los descubrimientos arqueológicos más misteriosos e interesantes que se han producido en el siglo XX en Andalucía.

A partir de ahora, se podrán observar las piezas originales de este importante hallazgo, que se mostrarán perfectamente contextualizadas e interpretadas en una nueva sala monográfica, que se incorpora al recorrido permanente del museo. Esta nueva muestra permanente, de menor tamaño que la celebrada entre 2009 y 2010 con motivo del 50 aniversario del hallazgo, se articula en torno a un discurso expositivo que narra la historia del Carambolo, así como las distintas interpretaciones que a lo largo de los años se le han ido dando.

De hecho, la sala que la alberga -230 metros cuadrados- ocupa una cuarta parte de la que se habilitó entonces para aquella gran exposición, quedando el resto de aquel habitáculo dividido en otras tres áreas que se dedicarán a actividades temporales. La exposición se divide en cuatro zonas: Historia de un descubrimiento, El santuario del Carambolo, Otros santuarios costeros y fluviales: Coria y Lebrija; y Los tesoros de Ébora y de Mairena.

A través de este recorrido, el visitante podrá descubrir 143 objetos de oro, plata, bronce, cerámica y otros materiales, entre los que destacan la pequeña escultura sedente de la diosa Astarté del Carambolo , un relieve de esta misma divinidad conocido como Bronce Carriazo, y el altar fenicio de Coria del Río, recientemente restaurado.

La sala monográfica ha requerido una inversión muy reducida: 25.000 euros, aunque obligará a invertir cada año 145.000 euros en su seguridad. Para lograr reducir costes, sus comisarios, Concepción San Martín y Juan Ignacio Vallejo -directora y conservador del museo, respectivamente-, encargaron el diseño expositivo y el gráfico a estudiantes en prácticas de varias escuelas de diseño. Además, se han aprovechado fondos propios de la institución.

Según explicaron ambos en la presentación de la muestra, ésta trata de despejar los misterios que rodean al tesoro desde que en 1958 aparecieran en el Cerro del Carambolo de Camas. Su descubrimiento durante unas obras en aquella zona supuso para muchos la confirmación de la existencia de la misteriosa civilización de Tartessos, de la que, hasta entonces, sólo se tenía constancia por el relato de textos griegos de los siglos VII a III a.C.

Sin embargo, las posteriores investigaciones del profesor Juan de Mata Carriazo, que exhumó de aquel cerro modestos restos arquitectónicos que no se correspondían con la arquitectura que cabía esperar para la ciudad de Tartessos, comenzó a abrir otras teorías. La exposición trata de recogerlas, analiza la evolución conseguida en el arte de la orfebrería gracias a la llegada y la influencia de los fenicios y sus relaciones comerciales con los tartessos, y plantea las diferentes hipótesis que existen sobre el uso que se daba al tesoro.

Algunos investigadores apuntaban a que, debido a su gran valor, debía de ser empleado por algún sacerdote o monarca, aunque posteriormente se descartó y se cree que era usado para decorar los animales sacrificados en los ritos o a las esculturas que los representaban.

Sobre el santuario en el que apareció, se explica que veneraba a dos divinidades, una femenina, Astarté, de la que apareció también una figurilla en el cerro, y otra masculina, probablemente el dios guerrero Baal, aunque esto último no está confirmado.

El tesoro se encontró en una fosa ritual del templo donde se solían tirar los restos de las ofrendas de las ceremonias religiosas. Esto hace pensar que alguien trató de esconderlo allí en un momento de conflicto, sin que jamás se recogiera.

Además, con el fin de analizar la evolución del arte de la orfebrería en otras culturas de la zona y la época, se muestran tesoros como los aparecidos en Ébora, al que se incorpora como novedad la diadema original -antes sólo se exponía una reproducción-, y el de Mairena del Alcor, con dos brazaletes y un collar tipo torques, que no estaban expuestos.

Con esta exposición se pone fin a años de enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Sevilla, propietario del tesoro, y la Junta de Andalucía, administración gestora del Arqueológico, a cuenta de dónde exponer el Carambolo. Tras varios intentos del anterior equipo de gobierno municipal (PSOE) por exhibirlo en la Casa Consistorial y en el Antiquarium -que contaron con el rechazo de la Consejería y el Ministerio de Cultura-, finalmente las dos administraciones enfrentadas decidieron aprovechar la sala que se había habilitado en 2009 en el museo para evitar que esta joya patrimonial pasara más años escondida en una caja fuerte.

Entretanto, la réplica tallada por Fernando Marmolejo que hasta ahora se podía contemplar ha sido retirada y sólo se usará para préstamos a muestras temporales.

La intención de todas las partes es que el tesoro se quede definitivamente aquí, si bien una vez que se inicie la rehabilitación del Arqueológico, ya adjudicada al estudio del arquitecto Vázquez Consuegra, habrá que estudiar si puede permanecer en la sala o debe guardarse mientras duran las reformas. En cualquier caso, aún sigue sin haber fecha para el comienzo de estas obras, que dependen del Gobierno central, por lo que, según se comentaba ayer en la presentación, esta exposición va para muy largo.

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