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El toreo se enseña en la calle

Los diestros Antonio Nazaré y Saúl Jiménez Fortes oficiaron de profesores de Tauromaquia en una multitudinaria exhibición organizada por Juventud Taurina de Sevilla y el Ayuntamiento

el 06 abr 2013 / 22:25 h.

Jose-Carlos-Cruz-Toros-4El sol rotundo que arrasaba la fachada de la antigua colegiata del Salvador –después de este quinario de aguas– fue la primera victoria. La respuesta del público y el extraordinario sentido didáctico de los matadores de toros Antonio Nazaré y Saúl Jiménez Fortes hicieron el resto convirtiendo la exhibición de toreo de salón organizada por la asociación Juventud Taurina de Sevilla en un rotundo éxito. El área de Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos del ayuntamiento hispalense prestó las infraestructuras necesarias para que el empeño, en el que tuvo mucho que ver este periódico representado por su informador taurino, llegara a buen fin. Nazaré y Fortes, perfectamente sincronizados, enseñaron los resortes de la preparación de un torero y desgranaron, muletazo a muletazo, qué es “hacerse un toro”. La concentración, la preparación física, el vademecum de suertes y muletazos, las distancias y el temple o la composición de la figura fueron conceptos perfectamente explicados por ambos diestros, que se alternaron en la exposición de su forma de concebir el arte de la tauromaquia. Para ello contaron con el auxilio de unos micrófonos inalámbricos que les permitían comentar el ejercicio del toreo a la vez que lo practicaban en el centro de la plaza. Pero Nazaré y Fortes estuvieron acompañados por un público familiar que demostró que esta afición y esta fiesta no deben sentir complejos. De alguna manera, la exhibición se organizó como una definitiva manifestación taurina en estos tiempos convulsos en los que el toreo necesita ser mostrado, devuelto a la cultura de la calle y al abrazo de una sociedad que le ha dado la espalda en aras de lo políticamente correcto. Así lo han sabido ver los socios de Juventud Taurina de Sevilla, presididos por Álvaro de la Rocha, que no descartan llevar esta iniciativa a otros escenarios muy distintos de la ciudad de Sevilla. Pero la presencia de varias docenas de niños de corta edad pertrechados con sus propios capotes y muletas dio un giro definitivo a la iniciativa, que se trocó en fiesta callejera y en acto de desagravio a la propia tauromaquia. Nazaré y Fortes se convirtieron entonces en profesores particulares y la plaza del Salvador fue el esccenario de una auténtica apuesta por el futuro de una actividad que pertenece al alma de la ciudad, una de las cunas y una de las fuentes más antiguas del toreo. Todos los niños que quisieron torear pudieron hacerlo bajo las indicaciones de dos jóvenes matadores que harán muy pronto el paseíllo en la Feria de Abril. Pero ésa no será su única actuación en la plaza de la Maestranza en la temporada 2013. Alternarán mano a mano en la septembrina Feria de San Miguel para despachar un encierro de José Luis Pereda en un festejo que despertó una enorme expectación en la presentación de los carteles de la temporada sevillana y que ha sabido tomarle el pulso al relevo generacional. Pero la mañana no estuvo exenta de sorpresas. El concejal Beltrán Pérez desempolvó su propia juventud –quiso ser torero en su adolescencia cordobesa– y empuñó el capote para dejar algunos lances rematados con media verónica que fueron el mejor testigo del apoyo municipal a esta fiesta del toro que la ciudad considera Fiesta Mayor. Hace muy pocos días, el plenipotenciario edil Gregorio Serrano anunciaba la creación de un nuevo premio taurino por parte del Ayuntamiento renovando esa apuesta decidida por una fiesta que no entiende de política.

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