El experto en tauromaquia Santiago Ortiz Trixac defendió ayer en La Rábida la cría del toro de lidia con el argumento de que "es beneficiosa para el mantenimiento sostenible de la dehesa" y denunció que "el ecologismo antitaurino no tiene razones ecológicas para desear la abolición de la fiesta de los toros".
Con estos argumentos defendió Ortiz Trixac lo que el denominó como "toreo ecológico". El experto, que ofreció la conferencia inaugural del curso de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), El toro de lidia. Un patrimonio en nuestras manos, opinó que los activistas antitaurinos "deberían tener una postura favorable a los toros desde el punto de vista de la ecología". "El ecologismo es imprescindible para salvar al planeta de la degradación que sufre por manos del hombre" añadió.
El investigador taurino criticó la existencia de "otro ecologismo mesiánico que parece transmitir que los humanos estorban en el mundo" y en el que "se trata de hacer del planeta una especie de universo de cartón piedra" mediante el cual se intenta situar en el mismo lugar a animales depredadores y a sus presas, sin tener en cuenta "la cadena trófica que impone la propia naturaleza". Reconoció, sin embargo, que "otra cosa son las cuestiones morales" argüidas por los grupos contrarios al toreo "como que el toro sufra", razones que "no son ecológicas" desde su propio punto de vista.
Ortiz Trixac aseguró también que "la bravura, lejos de pertenecer a la selección natural que la lucha por la vida impone a las especies animales" corresponde a otro tipo de selección, más adaptada, en la que "tiene que intervenir la inteligencia", un fenómeno que llamó "selección natural".
Para el experto, "la bravura es un concepto de la selección cultural porque hace intervenir a la inteligencia del hombre", señaló.
Tres etapas taurinas. Según el investigador, hay tres épocas fundamentales en la cría del toro en España. La primera surgió "desde los inicios del toreo a pie hasta la llegada del torero Juan Belmonte" y en ella se crió un toro idóneo para la lidia, argumentó.
A esta primera etapa le siguió lo que se denominó "edad de plata del toreo" a partir de Belmonte, en la que "aparece otro tipo de toro" que Ortiz Trixac llamó "el toro del equilibrio", que vive "desde la muerte de Joselito hasta la Guerra Civil". El experto en tauromaquia concluyó hablando de una última época que derivó de las secuelas de la guerra y de la aparición de Manolete, que hizo que surgiera el "toro del último tercio" más cercano a la raza que se cría actualmente.
Con respecto a los parámetros seguidos para crear esta división histórica, aseguró que "la bravura, lejos de ser un concepto elemental, está compuesta por una serie de elementos" que resumió en "la acometividad, la combatividad y la nobleza", siendo la "acometividad y la nobleza la forma en la que la bravura se manifiesta" y la combatividad la que da "el soporte" explicó.
Santiago Ortiz resumió las conclusiones de sus estudios al afirmar que a lo largo del siglo XXI "la acometividad ha caído mientras los otros factores han crecido".
