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El triunfo más versátil y ágil del cuerpo a cuerpo

Team Ninja recupera toda la esencia, mostrando una nueva manera de entender los combates.

el 26 may 2011 / 15:49 h.

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El videojuego ha sido tachadao de pornográgico en los países nórdicos por la voluptuosidad de algunas de sus luchadoras.

Tras el éxito el pasado año de Metroid: Other M, Team Ninja se ha responsabilizado del desarrollo de Dead or Alive: Dimensions, trabajándolo en exclusiva por primera vez para Nintendo y, en concreto, para la nueva portátil 3DS, a la que añade un plus de más realismo a su jugabilidad. Esta era una asignatura pendiente que tenía el estudio después de pasear la saga por PlayStation, Dreamcast y Xbox en años anteriores. La compañía había dejado en barbecho la franquicia en esta última época, guardándose en silencio el desarrollo para acabar deslumbrando, y de qué manera, con un título que rebosa esencia por los diferentes modos de juego.

Dead or Alive: Dimensions llega con un aire diferente y pone a trabajar desde un principio a revientacalderas a la nueva 3DS, sacándole con brío y soltura todo su esplendor. Después de un arranque dubitativo en títulos y enfocado más a atrapar a todo tipo de público con juegos más casuales, Dead or Alive: Dimensions puede ser el primer juego que llega a la consola de Nintendo para hacer disfrutar al jugador a un 100% sus prestaciones de jugabilidad.

La facilidad que ofrece la doble pantalla para acceder y ver cualquier ítem del menú y la magia que ofrece la cinemática entre los rápidos y electrizantes combates, que queda plasmada con una belleza plástica fuera de lo común, pasean al jugador por unos escenarios y gráficos inverosímiles marcados por la vertiginosidad y sencillez que ofrece en algunos momentos el juego.

El título recoge el guión de la franquicia, plasmándolo de manera que el jugador entienda los secretos que hay detrás de la lucha de poder en el clan ninja de Mugen Tenshin, donde la empresa Doatec, organizadora de torneos de artes marciales, intenta a base de artimañas y secuestros a miembros de este clan buscar la manera de crear y clonar el luchador perfecto. A partir de ahí, la sucesión de combates está garantizada utilizando el sistema triangular que ofrece este juego.

La idea de jugabilidad, de la piedra, papel o tijera de toda la vida, vale como símil para entender que golpes, derribos y llaves pueden alternarse para poder ganar un combate. Los golpes superan a los derribos en la sujeción inicial pudiendo incluso neutralizar un derribo con un golpe. Los derribos, por su parte, en el inicio, pueden interrumpir una llave. Y si el jugador se encuentra aturdido por una soberana manta de palos durante un combate, la mejor defensa para poder recuperarse será una llave, que es lo único que frena en seco la reiterada cascada de golpes del adversario.

Un galimatías que engancha con más nervio que músculo en una curva de dificultad apta para todo tipo de público... menos en los países nórdicos donde el juego ha sido tachado de pornográfico. La puesta en escena de tres luchadoras menores de manga, la voluminosidad que siempre ofrece una talla 110 de sujetador en jugadoras afianzadas de la saga y alguna que otra ropa interior homologada por el Vaticano han bastado para que las autoridades, a los que les da poco la luz de día, censuren un juego con Pegi 16. De locos.

Pero con luz o sin luz, el juego brilla a 360 grados diferenciándose, con una ventaja de tres pescuezos, a su máximo competidor en estos momentos, el juego de Capcom Super Street Fighter IV. La buena utilización de los controles, en los que se podrán realizar increíbles y múltiples combinaciones, tanto en ataque como en defensa, sirve para ganar combates sin dar una patada o un puñetazo si se le sabe sacar partido a la ira y la energía negativa que desprenden los rivales. Todo ello con inteligencia y una técnica perfecta, aderezado con la necesaria paciencia y esfuerzo que se requiere en cualquier combate. La constancia y convicción lleva directo al cajón de los ganadores.

El modo crónica sigue los viajes y la relación entre sí de los personajes, recordando en sus primeros capítulos los cuatro primeros títulos de Dead or Alive y como epílogo, ofrecer la épica de la saga en todo su esplendor. Los modos Arcade, supervivencia, desafío en grupo y la práctica de un buen entrenamiento son el resto de modos de juego.

También como complemento que cada vez más se va afianzando en la 3DS, en el modo Vitrina, la utilización de la cámara en 3d permite fotografiar a los luchadores creando diferentes dioramas dentro de los 17 escenarios del juego.La función Streetpass de la consola permite desbloquear figuras de personajes especiales en el modo Duelo. Este modo te permitirá recibir y aceptar en desafío a los perfiles de otros jugadores. Por su parte, la función Spotpass ofrece bajo descarga una actualización continuada del juego y hacerse con los 34 nuevos trajes que se distribuirán entre el 20 de mayo y el 22 de junio, renovando de esta manera el fondo de armario de los luchadores y nuevos adversarios.

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