"Tiene un discurso de matón de discoteca con el que representa una política de vender baratijas". La frase se la dedicó en julio de 2008 el entonces secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, al presidente del PP-A, Javier Arenas, a cuenta de un tenso cruce dialéctico vivido días antes entre el popular y la presidenta de la Cámara con motivo del caso de corrupción destapado en el Ayuntamiento de Estepona (Málaga). Sus palabras le valieron una querella por intromisión al derecho al honor que interpuso Arenas.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha emitido un fallo en el que considera que "la demanda ha de desestimarse íntegramente" y da la razón al dirigente socialista. Son declaraciones, considera el Alto Tribunal, "inequívocamente insertas en el contexto de la contienda política". El PP anunció que recurrirá un fallo que tildó de "incomprensible".
Los socialistas suelen quejarse muy a menudo de que el PP tienda a judicializar la vida política. Es cierto que los populares amagan con ir a los tribunales con bastante asiduidad cuando consideran que su adversario político ha cruzado la raya, amparándose en su derecho al honor y denunciando injurias y calumnias. El último de estos episodios se vivió hace pocos meses, en abril, cuando el PP presentó una querella por injurias contra la actual número dos del PSOE-A, Susana Díaz, quien pidió explicaciones a Arenas sobre la trama Gürtel. Otro diputado socialista, Miguel Ángel Vázquez, también recibió una demanda.
El fallo del TSJA, difundido ayer, recoge varias frases de Pizarro en referencia a Arenas. Precisamente alude a unas declaraciones del dirigente socialista en las que llama al líder del PP "querellator cuatro" y "campeón de los insultos". "Cuando Arenas critica, tiene puño de hierro, y cuando lo critican a él, tiene mandíbula de cristal", recoge la sentencia en boca de Pizarro. También: "Es un político amortizado, sin credibilidad, un vendedor de baratijas". Los socialistas dicen que el PP se despacha con frases "más gruesas", acusa a Arenas de haber llamado a Manuel Chaves "trilero o fascista" y advierten de que esas acusaciones "nunca se han resuelto con querellas" del PSOE.
El TSJA toma nota de estas expresiones -ofreciendo una foto fija del debate político andaluz- y concluye que son comentarios vertidos entre parlamentarios, advirtiendo de que en el caso de políticos la libertad de expresión gana al derecho al honor. Por ello desestima la demanda.
