El auto, fechado el 5 de noviembre, procede de la llamada Sala Vaticana del TSJA, en la que varios de sus titulares están ligados al Opus Dei y al Foro de la Familia, y hace referencia a siete centros sevillanos: Altair, Ribamar, Elcható, Albaidar, Ángela Guerrero, Nuestra Señora de Lourdes (Carmona), y Molino Azul (Lora del Río). En ellos hay unos 3.000 afectados en total. Hay tres colegios más con educación segregada en Córdoba (Torrealba, Yucatal y Zalima), otro en Almería (Campomar) y uno más en Granada (El Soto), a los que también afectan las órdenes de Educación pero que no han entrado en este proceso judicial. Fue en septiembre cuando la Federación Andaluza de Centros de Enseñanza Privada (CECE-Andalucía) y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos y de Familia de Andalucía (Fecapa) presentaron un recurso contra la pretensión de que todos los colegios concertados fueran mixtos.
El TSJA da un argumento fundamental para ordenar la suspensión: que, de no hacerlo, la situación podría ser "difícilmente reversible", pues aplicando los plazos habituales de la Justicia, se podría dar el caso de que llegue marzo próximo, que es cuando se han de cerrar las matriculaciones de centros, sin aclarar el contencioso. Si los colegios aplican la orden y luego se les da la razón, puede ocurrir que el centro cambie la "esencia de su identidad" y que por ello algunos padres ya no quieran inscribir a sus hijos. También se puede dar el caso de que prospere el recurso a mitad del año, cuando ya comparten clases niños y niñas, y sea obligada entonces "la salida del centro de los alumnos de distinto sexo a los que tradicionalmente han sido admitidos, con el consiguiente perjuicio para unos y otros". Como "no existe dato objetivo que determine qué perjuicio" le puede causar al alumno seguir segregado del sexo opuesto, el Alto Tribunal opta por mantener "la identidad del centro" hasta que se aclare el contencioso.
Cece y Fecapa, impulsores del recurso, mostraron ayer su satisfacción por el auto, porque los centros "podrán seguir con su modelo pedagógico, como lo llevan haciendo 40 años, y las familias podrán seguir eligiendo". Ambas entidades entregaron a Educación la pasada semana 30.000 firmas contra las órdenes de coeducación y exigiendo que se mantenga el concierto.
Educación, en un escueto comunicado, dijo que estudiarán estos argumentos cuando les llegue oficialmente el auto, recordó que se trata sólo de una medida cautelar porque la batalla judicial es larga y prometió que mantendrá su "defensa de la enseñanza mixta en la medida que lo permita el marco jurídico vigente".
La Junta ya ha asumido que la pelea es prolongada y puede acabar en el Tribunal Supremo, pero no desfallece. Quien quiera una subvención con dinero de los andaluces deberá acogerse a su política de educación mixta, que no reconoce como adecuada la diferenciación de chicos y chicas ni por motivos biológicos ni académicos. La orden de no segregar viene de principios de año, había que aplicarla este curso y, si no se hacía, el Gobierno retiraría su dinero de los rebeldes el que viene. Ya hay precedentes de ayudas eliminadas en Cantabria.