Japón activó ayer todas las alarmas y ordenó evacuaciones masivas en su costa del Pacífico por temor a un gran tsunami generado por el terremoto en Chile que, al final, causó olas menores de lo temido, sin que se informase de víctimas. La Agencia Meteorológica nipona emitió su mayor alerta de tsunami en 17 años con el recuerdo de lo ocurrido en 1960, cuando un seísmo de 9,5 grados en la escala de Richter, que sacudió también a Chile, llevó fuertes olas a la costa japonesa y causó 140 muertos.
Mientras, el Centro de Alertas de Tsunami de EEUU canceló ayer el aviso de maremoto emitido para todos los países costeros del Océano Pacífico. Según el centro, "los datos sobre el nivel del mar indican que ha tenido lugar un amplio tsunami", pero que ya no amenaza las costas del Pacífico, por lo que "la alerta se cancela".
Por su parte, el ministro chileno de Defensa, Francisco Vidal, admitió ayer que la Marina cometió "un error de predicción" al descartar la posibilidad de un tsunami que provocó muchas víctimas.