Menú
Deportes

El tuerto se quedó muy a gusto

No es normal tal cúmulo de desgracias a lo largo de un día y al final, sin merecerlo, el equipo vuelve de Getafe con un triste punto en el casillero.

el 19 ene 2013 / 22:17 h.

Al Sevilla le miró ayer un tuerto. Y bien tuerto que debía ser. No es normal tal cúmulo de desgracias a lo largo de un día y al final, sin merecerlo, el equipo vuelve de Getafe con un triste punto en el casillero que sabe a más bien poco después de lo visto y dada la necesidad que hay de sumar de tres en tres. Si no se puntúa de esta manera, la temporada se hará muy muy larga. Una superioridad tan grande no debe servir para arañar únicamente un empatito ante un Getafe plagado de bajas que además no tuvo demasiado interés en apretarle las tuercas al Sevilla. Más bien esperó a ver si le caía algo del cielo, y al final le cayó en forma de balón envenenado y portero despistado. Dicen que si algo puede salir mal, saldrá mal. Y así le fue al Sevilla durante todo el día de ayer desde primera hora: mal.

La jornada se torció ya en el viaje. El temporal impidió el desplazamiento en AVE y a última hora se logró hueco en un vuelo regular de Iberia. Se arregló, pero la primera ya la llevaba en la frente. La segunda, camino del Coliseum. Un accidente en la M-40 provoca un enorme atasco que si no es por la Policía Local hubiéramos tenido numerito a la hora de comenzar el partido. La segunda en la frente. Y la tercera llegó a lo largo de todo el partido, en el que como ya hemos dicho el Sevilla fue muy superior pero todo, menos el gol de José Antonio Reyes, le salió también mal. Un quiero y no puedo continuo que dejó dos cosas bastantes claras. La primera fue que el Sevilla tiene mucha mejor cara con Unai Emery después de dos partidos jugados -aunque desgraciadamente aún no conoce la victoria- y que le sigue costando una auténtica barbaridad marcar un gol. Negredo y Navas las tuvieron claras y el sevillismo sigue pensando para qué está Babá. Si no jugaba con el otro y ahora tampoco con el uno. Las ocasiones se generaron con mayor o menor solvencia pero entre la mala puntería y el portero rival que saca una mano realmente sensacional te impiden anotar y al final te vuelves de Getafe con cara de tonto por culpa de un tuerto que debió quedarse muy a gusto.

  • 1