El turismo despega en Andalucía pero el empleo en el sector no sigue su ritmo

En los ocho primeros meses del año las pernoctaciones en los hoteles han crecido un 3,9 % con respecto a 2013 y los contratos solo han subido un 2,3%.

TURISMO El turismo es uno de los sectores económicos que está dando más alegrías a la comunidad. En los ocho primeros meses del año las pernoctaciones crecieron con respecto al mismo periodo de 2013 un 3,9%, más de un punto por encima que en el conjunto del territorio español, donde también subieron pero de forma más moderada, un 2,7%. Sin embargo, este despegue del turismo en Andalucía no se ha traducido en la misma proporción en la creación de empleo. Las contrataciones aumentaron un 2,3 por ciento y además, según denuncian los sindicatos, estas fueron de baja calidad. Temporales, a tiempo parcial e incluso por horas, censuran los representantes de los trabajadores. Una crítica que no comparten los empresarios. Afirman que sí han crecido las contrataciones. «Se ha creado mucho empleo en verano», asegura el presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Miguel Sánchez. En medio de estas diferencias entre trabajadores y empresarios se encuentra la Administración andaluza, que se inclina más por las tesis sindicales. El consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, el jueves en el Parlamento, donde valoró de forma muy positiva «el récord histórico» de estancias hoteleras hasta el mes de agosto, reconoció que «no es el empleo que Andalucía necesita» y apostó porque el aumento vaya «parejo» en el futuro al de estancias hoteleras. Una de las obsesiones de Rodríguez es que se cree empleo de calidad en el sector para dar los mejores servicios y ser más competitivos. De esta misma opinión son los representantes sindicales. La secretaria del sector de la Hostelería de UGT-A, Estrella Salas, reconoce que la ocupación hotelera ha sido la mejor en los últimos cinco años, «pero no se ha reflejado en la contratación». Asegura que los trabajadores fijos han bajado y los refuerzos en verano han sido insuficientes: «Los empresarios aprovechan la coyuntura: dan más carga de trabajo y contratan la mínima plantilla posible, para obtener más beneficios». Asegura que se están haciendo contratos muy precarios, «incluso por horas sueltas, pero obligan a trabajar jornadas de hasta 10 horas». Salas insiste en que con este empleo precario la calidad no se puede mantener y pone como ejemplo que actualmente en los hoteles hay contratadas poco más de dos personas para atender a 100 clientes, «una cifra muy baja». Pero si la situación del empleo en los hoteles es mala, la responsable de UGT asegura que en los bares y restaurantes es todavía peor, «porque la mayoría son pequeños establecimientos familiares». De forma muy similar se pronuncia el responsable institucional  de la Federación de Servicios de CCOO-A, Gonzalo Fuentes, quien destaca que los buenos datos del turismo en Andalucía se deben en cierto modo a los problemas que están sufriendo otros destinos turísticos como Túnez y Egipto, por eso demanda que se mejore la calidad de los contratos en el sector «para fidelizar a los visitantes». Fuentes alerta de que el 98% de los contratos que se han realizado en la hostelería en lo que va de año han sido temporales y más de la mitad a tiempo parcial «por culpa de la reforma laboral, que precariza el empleo y potencia los minojobs». Este responsable sindical de CCOO coincide con la secretaria de la Federación de Hostelería de UGT al afirmar que las condiciones laborales en bares y restaurantes es más precaria que en los establecimientos hoteleros. Estos problemas en el sector ha provocado que la conflictividad laboral haya sido muy elevada durante el año. Ha habido grandes dificultadas para firmar los convenios colectivos y todavía quedan por rubricar los de Granada y Jaén. Las diferencias entre trabajadores y empresarios, según los sindicatos, se deben fundamentalmente a que la patronal quiere recortar derechos, vacaciones y días de descanso. La visión que tienen los empresarios de la situación laboral en el sector de la hostelería, como es obvio, es muy diferente. Sánchez se queja del alto coste del personal. Reconoce que este año el turismo ha tenido una evolución muy positiva y espera que siga el mismo ritmo gracias a los congresos, pero se queja de que en la zona del litoral es muy difícil mantener los hoteles abiertos –el 54% de las plazas se cierra en invierno–  y por ello reclama el apoyo de las administraciones.

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