Arropado como los grandes, los que dejan huella, fue despedido en la mañana de ayer el que fuera directivo, consejero y gerente del Sevilla Fútbol Club en las décadas de los ochenta y noventa, Manuel Vizcaíno Vizcaíno, un sevillista de bandera que entregó los mejores años de su carrera profesional al club de sus amores, del que era en la actualidad el abonado 39.
Sus familiares, entre los que está el actual subdirector general de Organización y Gestión, Manuel Vizcaíno, uno de sus hijos, recibieron el calor y el afecto de importantes personalidades del fútbol y la ciudad, representada por el alcalde Juan Ignacio Zoido.
El presidente José María del Nido, al que acompañaron el vicepresidente José Castro, Monchi, Piedad Parejo, Ramón Somalo y Del Nido Carrasco, quiso estar con Vizcaíno en su último adiós, como muchos empleados de la casa y múltiples sevillistas de prestigio que tuvieron la fortuna de conocerle, como el expresidente Rafael Carrión, los miembros de Sevillistas de Nervión, Paco Guijarro y Gómez Miñán o el flamante exvicepresidente y director general, José María Cruz Andrés, entre otros muchos.
En el responso que se celebró para despedir a Manuel Vizcaíno, destacó el gran número de coronas que acompañaban al féretro, de sus familiares, del Sevilla FC y de sus empleados, pero también de muchas instituciones y clubes de Primera División, como la Real Sociedad, el Real Zaragoza o el Real Madrid, aunque si hubo un club que estuvo presente en la ceremonia ése fue el Real Betis Balompié, con su presidente Miguel Guillén.
Tras el responso el cuerpo de Manuel Vizcaíno fue incinerado en San Fernando.