El último grito de los partidos en campaña, contra la abstención

Susana Díaz, acompañada por Elena Valenciano, pidió el voto útil porque «el cambio de ritmo viene de la mano del PSOE»

Espadas, Valenciano, Díaz y Pérez, en el cierre de campaña del PSOELos líderes de los partidos políticos andaluces clausuraron ayer una frenética campaña para las elecciones europeas, a las que mañana están convocados 6,5 millones de andaluces con derecho a voto (el 17,8% de electores del país), agitando a los abstencionistas. Pese a sus diferencias ideológicas, todos aprovecharon el último minuto para lanzar el mismo mensaje: hay que votar. No puede ser que seis de cada diez andaluces ignore las urnas, como ocurrió en las europeas de 2009. Han sido dos semanas maratonianas, con esfuerzos y recursos desiguales, con menos mítines multitudinarios de los grandes grupos, más encuentros pequeños a pie de calle y más partidos pequeños, muchos recién creados, llamando la atención de los ciudadanos, evidenciando que una de las claves de estos comicios es que se va a coartar la distancia entre el bipartidismo y el resto de fuerzas. A medida que avanzaba la campaña, el discurso de los líderes andaluces era menos europeo, y en su lugar cobraban más peso los intereses nacionales y regionales: votar al PP como plebiscito a las políticas de Mariano Rajoy, votar al PSOE como castigo a los recortes del Gobierno y las políticas de austeridad, votar otras opciones como IU, UPyD, PA o Podemos para repudiar el bipartidismo y denunciar que conservadores y socialdemócratas han pactado en Bruselas el 75% de las iniciativas políticas. La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, cerró ayer campaña en Sevilla, acompañada de la cabeza de cartel de su grupo, Elena Valenciano. El líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, y el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, lo hicieron en Granada. Los tres se estrenaban en primera línea, los tres se han volcado como nunca en unas europeas, han rivalidado en intensidad, mensajes y kilómetros recorridos, y por primera vez han medido sus fuerzas unos con otros, a sabiendas de que el resultado que ofrezcan las urnas mañana tendrán una lectura en clave autonómica. Las elecciones andaluzas volverán a enfrentarles, esta vez para jugarse la presidencia de la Junta, y el resultado que obtengan unos y otros podría condicionar la fecha para acudir a las urnas. Ahora están previstas para 2016, pero hay muchas claves que podrían acelerar el calendario, y una de ellas es el resultado de las europeas. PARTIDO POPULARLas urnas abiertas mañana se medirán con las de 2009, récord de abstención en Andalucía: sólo el 41,7% de andaluces acudió a votar. Los socialistas nunca han perdido unas europeas en esta comunidad, hace cinco años lograron 1,2 millones de votos, el 48,16% del total, frente al millón de los populares (39,65%). Díaz no se ha cansado de repetir que volverán a ganar mañana al PP –«al menos por un voto»–, sólo que esta vez tendrá más trascendencia porque, de confirmarse, se habrá roto un ciclo de cinco derrotas electorales consecutivas. La victoria socialista en Andalucía, según las encuestas, apenas amortiguará el resultado del PSOE a nivel nacional. Se prevé un empate técnico o una derrota por la mínima ante el equipo de Miguel Arias Cañete. Ambas posibilidades obligarán al PSOE  federal a repensar su estrategia de oposición tras dos años machacando a Rajoy por sus políticas de recortes. Por su parte, IU no se mide con el resultado que obtuvo en 2009, que es de los más raquíticos que jamás ha logrado (un 5,21%), sino con el 12% que recabaron en las autonómicas de 2012. Maíllo también se ha desgañitado en campaña, movilizando a sus militantes para rebasar ese 12%. «No somos una fuerza minoritaria, somos un partido de Gobierno. Somos más que ese 12%», ha repetido. IZQUIERDA UNIDALos tres partidos con representación parlamentaria han estado de campaña en las ocho provincias, y el resultado provincializado también revelará sus fortalezas y debilidades de cara a las municipales de 2015 y a las autonómicas. Hace cinco años la mayor abstención (65,66%) tuvo lugar en Cádiz, y la que menos en Jaén (48,84%). Por último, de UPyD, el partido de Rosa Díaz, también se espera un repunte de votos (en 2009 se quedó en el 2,54%) y de la plataforma Podemos, de Pablo Iglesias, que aspira a estrenarse con uno o dos eurodiputados. Todos los partidos, grandes y chicos, han alertado sobre la baja participación de estos comicios y la repercusión que podría tener, por ejemplo, el ascenso de euroescépticos y grupos fascistas y xenófobos. El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas (IU), esperaba ayer que se rebasara el 40% de participación, y remató su mensaje advirtiendo de que «la abstención no puede ser un indulto al bipartidismo». En su cierre de campaña, en Huelva, Valderas pidió el voto «para que el Parlamento Europeo se ponga al servicio del pueblo frente a los especuladores a los que el bipartidismo quiere seguir enriqueciendo». La presidenta Díaz en el último mitin, junto a Valenciano, y arropada por los expresidentes de la Junta de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, reclamó el «voto útil», «porque el cambio de ritmo sólo viene de la mano del PSOE». Reprochó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su sumisión ante la «prepotente Merkel» y que por ello haya gente que quiera ir sola, «pero si fracasa el modelo de Europa el que más va a perder es el Sur». La cabeza de lista a las europeas  por el PSOE comenzó su discurso dando  las gracias a Díaz por su apoyo «cuando se ve y cuando no». Criticó a la derecha por haber fracasado en «la economía, en lo social y en lo político» y prometió luchar para que los jóvenes «tengan el futuro que nosotros hemos tenido, para que los trabajadores cobren sueldos dignos y para acabar con la precariedad laboral», para que España no se descuelgue de Europa. Moreno, en su discurso final, aseguró que su partido «ha hecho una campaña en positivo, con propuestas, no como nuestros adversarios que la han enturbiado». El líder del PP-A no se salió de guión, y proclamó que el «25M es el primer paso para el objetivo histórico de conquistar el Gobierno andaluz». «Os pido que me ayudéis a ayudaros, que os comprometáis con la ola del cambio», remarcó. Desde Granada Maíllo volvió a reclamar el voto de «rebeldía, de la no resignación», subrayó que IU «no es neutral», como ha demostrado en la Junta, y animó a los suyos a ser «más ambiciosos y superar el 12% de votos» que la coalición de izquierdas logró en las autonómicas.  Remarcó que su formación «es la amenaza a las políticas del bipartidismo».  IU cerró el acto al grito de «sí, se puede». Por último, en Málaga, el coordinador territorial de UPyD en Andalucía, Martín de la Herrán, defendió que su partido es «la alternativa real al tripartito andaluz inepto, corrompido y manchado por la corrupción, integrado por PSOE, IU y PP en el Parlamento, ese tripartito que se empeña en expropiar y desmantelar nuestra democracia». Canal Sur televisión se fue a negro cuando iba a arrancar el programa en directo del fin de campaña electoral. El paro, respaldado por CCOO, logró cortar la emisión, porque los técnicos apoyaban la protesta en contra de los recortes salariales que pretende la Junta.

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