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El uso de la bicicleta aumenta casi un 500% desde 2007 y representa más del 6% de los viajes mecanizados

el 18 mar 2010 / 16:54 h.

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El uso de la bicicleta aumenta en Sevilla cerca de un 500 por  ciento desde 2007 y representa ya más del 6 por ciento de los viajes  mecanizados que se realizan en la capital hispalense, según el  'Estudio sobre el uso de la bicicleta en la ciudad de Sevilla'  presentado hoy por el primer teniente de alcalde y concejal de  Infraestructuras para la Sostenibilidad, Antonio Rodrigo Torrijos.

En rueda de prensa, Torrijos dio a conocer las conclusiones de  este estudio, para el que se han realizado encuestas en los semáforos  a usuarios de bicicletas, que sitúa en los Jardines de Murillo el  punto con mayor número de pasos diarios de la ciudad (4.903), seguido  de Ronda de Capuchinos (3.810), la avenida de la Constitución  (3.809), Resolana (3.752) y La Palmera (3.488).

Así, apuntó que destacan por su intensidad todos los flujos que  tienen que ver con el casco antiguo y trayectos hacia la Macarena,  Triana y la Isla de la Cartuja.

Las horas de máximo uso son las primeras del día --entre 7,30 y  9,00 horas-- o al mediodía --en torno a las 15,00 horas--, que son  datos similares a las puntas del tráfico rodado o de la demanda del  transporte público. Por la tarde, la distribución es más uniforme y  no se observa una hora punta significativa.  

Este dato contrasta con el de los viajes en bicicleta de fin de  semana, en los que la hora punta se sitúa a media mañana, entre las  12,00 y las 13,00 horas, lo que supone que son básicamente viajes por  motivo de ocio y deporte.

Por sexo, el usuario es mayoritariamente hombre --59 por ciento  frente al 41 por ciento de mujeres-- y por edades destaca el grupo  comprendido entre los 18 y 30 años, mientras que los menores de 18 y  los mayores de 65 años son aún minoría, aunque curiosamente en estas  franjas de edades usan mucho más la bici mujeres que hombres.  

Según la actividad, casi el 85 por ciento de los usuarios son  empleados, ya sea por cuenta propia o ajena, y estudiantes. Esto  refuerza la tesis de que la bici se emplea como medio de transporte  diario al trabajo o al centro de estudios. Esa tipología de empleo de  la bicicleta hace que la frecuencia de los viajes sea alta, por lo  que un 77 por ciento la usa casi todos los días.

Para Rodrigo Torrijos, es "especialmente satisfactorio que estos  datos avalen el éxito de una voluntad política que nos ha llevado a  apostar por la bicicleta como uno de los ejes de un modelo de ciudad  sostenible". Asimismo, añadió que "el diseño del carril bici y las  estrategias de fomento hacen que Sevilla esté protagonizando un  ejemplo internacional en lo que a políticas de implantación de la  bicicleta se refiere".

Además, resaltó que los resultados de la encuesta confirman "un  cambio modal efectivo hacia la bicicleta desde el resto de modos de  transporte", ya que concluye que un 67 por ciento de los usuarios  empleaban antes otro medio y han cambiado ahora la bicicleta por  diversos motivos.

De éstos, un 40 por ciento cambió porque es más económico y un 27  por ciento porque es más rápido y les permite ahorrar tiempo. Un 36  Por ciento de esos usuarios empleaban antes el autobús urbano, un 32  por ciento el coche particular y un 26 por ciento iba andando. El  estudio indica que la bici ha restado un 2,8 por ciento de viajes al  coche, un 7,6 al autobús urbano y un 3 por ciento a los paseos a  pie. El perfil de usuario según el tipo de bici indica que hay bastante  igualdad entre el uso de bicicletas públicas y privadas y que el  perfil tampoco varía significativamente en función de este criterio.  Así, los estudiantes se inclinan ligeramente por Sevici, mientras que  quienes desean disfrutar de la bici por ocio emplean mayoritariamente  una privada.
En cuanto a la contribución de la bicicleta al ahorro energético y  a la reducción de gases, el estudio detalla que se ha reducido en más  de 35.000 kilómetros los viajes en coche privado, lo que equivale a 9  millones menos de kilómetros al año. Esto produce un ahorro de 448  toneladas equivalentes de petróleo al año, por lo que se dejan de  emitir 1.178 toneladas de CO2, aportación ecológica comparable al  ahorro producido por la plantación de 36.000 árboles.

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