Un fallo en el sistema del aire acondicionado fue el causante del vapor y suciedad que se produjo en la cabina de un avión de Ryanair que efectuó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Sevilla el pasado 8 de noviembre, ha informado la empresa en un comunicado. "El personal de mantenimiento detectó un problema en el sistema de aire acondicionado que provocó que uno de los conductos del sistema comenzase a expulsar suciedad y/o polvo en la cabina del avión", dice la nota. El avión de Ryanair, un Boeing 737-800 que operaba entre Tánger (Marruecos) y Duseeldorf-Weeze (Alemania), con 175 pasajeros a bordo y 6 tripulantes se encontraba en fase de ascenso durante la salida de Tánger cuando "la tripulación decidió interrumpir la maniobra y desviar el vuelo a Sevilla, tras reportar uno de los pasajeros a bordo la existencia de vapores en la cabina", informa la empresa. El avión aterrizó de manera segura en la pista 27 del aeropuerto de San Pablo aproximadamente 17 minutos más tarde. La aerolínea ha informado que uno de los pasajeros a bordo ha detectado vapores y la existencia de gas en la cabina y por ello la tripulación procedió a alertar a los servicios de bomberos que se encontraban a la espera durante el aterrizaje del avión en el aeropuerto sevillano, que se produjo con total normalidad. Los pasajeros, que no requirieron ningún tipo de atención médica, fueron recolocados en otra aeronave que continuo el vuelo hacia el aeropuerto de Dusseldorf Weeze. Ryanair ha informado de este incidente a las autoridades competentes en materia de seguridad aérea, la IAA (Irish Aviation Authority) en Irlanda y a AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea) en España, según la fuente. Una llamada de alarma al servicio de emergencias 112 alertó poco antes de las nueve de que el avión tenía "humo en la cabina" y, según han informado a Efe fuentes del 112, varios de cuyos técnicos se desplazaron al aeropuerto, no fue preciso atender a ningún pasajero.
