Tras una primavera atípica, fría, gris y lluviosa, el verano desembarca esta semana en Sevilla sin dejar espacio a las transiciones. De golpe, con una subida del mercurio de ocho grados en apenas cuatro días. De hecho, se espera el fin de semana más bochornoso de lo que va de año. Habrá que tener cuidado con el sol.
Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) auguran un solsticio de verano de manual: cielos absolutamente despejados, ausencia de viento y calor propio de la fecha. Si ayer se registraron máximas de 30 grados en la capital sevillana, el domingo el termómetro habrá subido al menos hasta los 38, valores que se suelen registrar en los días centrales de la estación, allá por el mes de julio.
Al menos queda el consuelo de saber que se tratará de un incremento escalonado: hoy se llegará a los 33 grados de máxima, uno más el jueves, otros dos el viernes, uno, hasta 37, el sábado, y el domingo, al fin, los 38.
Los técnicos del Aemet calculan que el próximo será el fin de semana más caluroso en lo que llevamos de 2008, al menos en cuanto a los registros máximos, porque aunque la semana se presenta caldeada en esos valores más altos, parecen garantizadas las noches suaves. Las temperaturas mínimas de esta semana oscilarán entre los 18 grados previstos para hoy y los 19 del fin de semana, con lo que apenas se detectarán variaciones.
La barrera del sueño, esos 22 o 23 grados a partir de los cuales se presenta el insomnio según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún quedará lejos. Ya de cara al lunes, día 23, el mercurio comenzará a estabilizarse en los 34 o 35 grados, más propios de los primeros días del verano.
Sin embargo, para el arranque de la semana se prevén cielos algo nubosos, por lo que se podría incrementar la sensación de bochorno en Sevilla y su área metropolitana. El viento, que comenzará a soplar con algo más de intensidad (hasta 14 kilómetros por hora) ayudará a mitigar esa sensación de fuego en las calles.
Los expertos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino no sólo alertan de la necesidad de hidratarse en estos días de calor, sino que avisan de que es recomendable portar prendas que protejan el cuerpo de los sayos solares, como gafas, mangas largas o sombreros. Y es que, igual que suben las temperaturas, sube la incidencia de los rayos ultravioletas (UV). Empieza a ser preocupante que suban de ocho, en una escala entre el uno y el once; pues bien, entre hoy y el jueves -únicos días con mediciones certeras- se prevé que la horquilla se mueva entre los nueve (peligrosidad muy alta) y los once puntos (extremadamente alta).
Los UV penetran en la piel de forma profunda, son absorbidos por la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo, y por tanto una larga exposición puede provocar enfermedades de la piel y, en casos extremos, hasta algún tipo de cáncer.
