La recogida de la aceituna de mesa de 2008, que se inicia el próximo mes, marcará la llegada masiva de parados de la construcción que ya se iniciara durante las campañas agrícolas de la primavera pasada. En la única gran provincia agraria de España sin contingente de emigrantes para el campo, el olivar es una alternativa laboral.
Septiembre. Sevilla, la mayor productora mundial de aceituna de mesa, comienza su campaña de recolección, denominada el verdeo. Es, junto con la del melocotón y nectarina (en mayo y junio) y la del aceite de oliva (allá por el invierno) la cosecha que más jornales da en el campo de esta provincia, y este año, además, marcará la llegada masiva de antiguos trabajadores de la construcción, ahora en paro debido a la crisis inmobiliaria.
Tanto en los sindicatos UGT y CCOO como en la patronal Asaja de Sevilla reconocen que la campaña del verdeo confirmará ese trasvase de trabajadores del ladrillo -o de las colas del desempleo- hacia la agricultura que ya, tímidamente, se iniciara la primavera pasada con la recogida del melocotón, la nectarina y la patata.
De hecho, desde las centrales sindicales aseveran que la percepción de las prestaciones por desempleo está amortiguando una mayor llegada de obreros de la construcción a las fincas agroganaderas. No en vano, los largos años de bonanza del ladrillo y la política de incentivos a la contratación indefinida han posibilitado que se generalice entre los albañiles el cobro del subsidio durante todo un bienio, que es el máximo temporal que contempla este tipo de cobertura social. Sin embargo, pocos son, "y menos cuando la necesidad aprieta", los que agotan ese periodo.
En UGT consideran que el campo tiene capacidad para absorber parte de los nuevos parados de la construcción. Cabe recordar que Sevilla es la única de las grandes provincias agrarias de España que carece de contingente de mano de obra extranjera contratada en origen para la agricultura. Pese a las múltiples peticiones en este sentido que realizara Asaja, los sindicatos siempre se han opuesto alegando que en la provincia había trabajadores más que suficientes para atender las actividades agroganaderas.
Aunque no en público, en privado sí se reconoce que el incremento del paro en el andamio y la proximidad de la recolección de la aceituna fueron claves a la hora de que patronal y sindicatos pactaran en julio pasado, y tras seis meses de negociación y varias jornadas de huelga en primavera, el convenio colectivo para el campo sevillano, cuya vigencia se extiende hasta finales de 2011.
La tabla de salarios -ya oficial- fija para los eventuales un sueldo de 41,85 euros al día en la recogida de la aceituna de mesa, que sube a 42,91 euros con el plus de distancia y a 62,77 euros los domingos y festivos, según precisa la organización agraria presidida por Ricardo Serra.
Años atrás, comentan fuentes de Asaja, era habitual la queja de los empresarios sevillanos porque no encontraban obreros para las labores agrícolas de temporada, mientras que este 2008 son prácticamente nulas. "No hay que buscar a los trabajadores, sino que los trabajadores acuden".
El pasado julio, la provincia de Sevilla arrojaba 9.179 parados en el sector agrario y 20.958 en la construcción, frente a los 6.789 y 13.244 que, respectivamente, arrojaban estas actividades en el mismo mes del año 2007. En unas y otras, más paro.